POR JOSE MARÍA SUÁREZ GALLEGO, CRONISTA OFICIAL DE GUARROMÁN (JAÉN).
Pasado mañana, domingo, comenzamos un 2023 cargado de expectación, incertidumbre e ilusión, los tres ingredientes básicos de los que están hechas todas las nocheviejas las uvas de las doce campanadas. Para la tierra en la que vivo, la Olavidia ilustrada con la que soñó el intendente Olavide para sus colonos centroeuropeos, en este año se conmemoran tres efemérides que forman parte de los referentes de lo que hemos sido, somos y pretendemos seguir siendo como territorio y proyecto de futuro.
En la primavera conmemoraremos el cuarenta aniversario de la celebración del Primer Congreso Histórico sobre Nuevas Poblaciones. Un grupo de jóvenes entusiastas (cuarenta años menos que hoy, evidentemente) se pusieron manos a la obra para que con rigor científico y mucho entusiasmo, se pudiera contar la historia de nuestra presencia aquí. Las aventuras y desventuras de aquellos que levantaron nuestras casas, cultivaron nuestros campos, canalizaron nuestras fuentes, abrieron nuestros caminos, tendieron nuestros puentes, parieron nuestros vivos y enterraron nuestros muertos. Todo ello sin abandonarse al fácil chauvinismo, sin descuidar el rigor científico y de la forma más honesta posible.
Nueve congresos se han llevado a cabo desde entonces sobre la historia, la arquitectura, el urbanismo, la sociología y la cultura tradicional de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía. Miro hacia atrás y veo todos los que ya nos faltan y recuerdo la cita de Andy Warhol “La idea no es vivir para siempre, la idea es crear algo que sí lo haga”. Cuarenta años después aprecio que todos ellos (citándolos uno a uno correría el riesgo de que se me olvidara injustamente alguno) siguen vivos en lo que construyeron y en el compromiso aprendido de que más que llegar a maestros se trata de no dejar de ser aprendiz cada día. Miro atrás y con emoción compruebo que tristemente ya no están físicamente entre nosotros ¡pero siguen vivos en sus obras, sus textos y en nuestros recuerdos!
Los congresos sobre Nuevas Poblaciones han sido, y esperamos que lo sigan siendo en el futuro, el vértice en el que se ha mantenido en equilibrio la aportación académico-universitaria, la voz popular y el apoyo de la administración local. De ahí que estos pueblos de historia corta hayan buscado sus señas de identidad a través de estos eventos académicos. Se ha hecho necesario y urgente divulgar sus conclusiones, porque además de sembrar conocimientos se han alimentado raíces que se han ido trocando en ramas y frutos de progreso.
Una vez más me viene a la imaginación la arenga del jefe de la expedición de los primeros colonos que coronaron el Puerto del Rey en Despeñaperros durante el duro invierno de 1767: “¡Cuanto más arrecie la tormenta y sintáis como truenos los latidos del miedo y del desánimo, anudaos unos a otros por los brazos, levantad la cabeza, y avanzad, avanzad, siempre avanzad, que si alguno se rinde lo llevaréis en volandas y no caerá! ¡Avanzad, avanzad porque os espera el arcoíris!”. La tierra de Olavidia es hoy ese arcoíris de procedencias, idiomas, ideas y sueños por ser realizados. El Fuero fue entonces, y sigue siendo hoy, el arcoíris de esperanzas en una tierra prometida y un mundo mejor después de haber soportado todas aquellas tormentas, ¡…y por qué no decirlo, los vientos en contra de los que no soplan a favor de nuestras velas, que haberlos siempre haylos!
Este 2023 conmemoramos también el 35 aniversario de cuando se plantó en 1988, bicentenario de la muerte de Carlos III, una encima en el parque de la Fuentecilla de Guarromán sobre el lecho de tierra de todos los municipios surgidos del Fuero de 1767. Aquella encina campea hoy en el centro del escudo y la bandera de lo que entonces se denominó como la Mancomunidad Cultural de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía “Olavidia”. También en este año que entramos conmemoramos el 120 aniversario de la muerte del Intendente Pablo de Olavide, enterrado en Baeza. ¡El Fuero y Olavidia siguen vivos en 2023, seguimos navegando en este mar de olivos!
FUENTE: https://www.diariojaen.es/opinion/articulistas/de-olavide-a-olavidia-EX8819314