POR JOSÉ MANUEL JEREZ LINDE, CRONISTA OFICIAL DE LA E.L.M. DE GUADAJIRA (BADAJOZ)
Seguramente hoy nos resultaría impensable utilizar las antiguas barcas que, allá por los años 50 y 60, cruzaban de una orilla a otra del Guadiana. Una alternativa que proporcionaba mayor rapidez y acortaba la distancia entre las distintas poblaciones separadas por este río. En el caso, por ejemplo, de las localidades de Guadajira (margen izquierda) y Valdelacalzada (margen derecha), conservan aún sus respectivos embarcaderos e incluso, los postes para la sujeción de las maromas a las que aferrarse en la travesía.
La fotografía que ilustra estas notas, fue tomada en una mañana de domingo de 1963, por D. Miguel Molina López, vecino de Pueblonuevo del Guadiana, que cruzaba el río hasta Talavera la Real. Muchos son los vecinos que embarcaban junto con sus vehículos (motos, bicicletas o motocarro) e incluso animales de carga. Algunos nos comentan que viajaban hasta poblaciones grandes como Montijo o Puebla de la calzada, a veces buscando los servicios de un dentista o un peluquero, por no hablar del aprovisionamiento de alimentos y otros muchos artículos inexistentes en su lugar de origen. Hoy como digo resultaría casi impensable, a nuestra mentalidad actual, arriesgarse a subir a estas rústicas barcas hechas de tablas que, en nuestra memoria, parecen seguir crujiendo con cada movimiento de remo.
FUENTE: JOSÉ MANUEL JEREZ LINDE