POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Es legal, mientras pueda demostrarse la procedencia lícita de las piezas. Pero también resulta triste y, sobre todo, al margen del control de las instituciones públicas, que ni siquiera se molestan en conocer la situación. Así, una parte destacada del patrimonio histórico murciano sale cada año de la Región a través de distintas páginas dedicadas a las subastas ‘online’ y, en gran medida, de plataformas donde los particulares ofrecen sus piezas a otros.
No es complicado descubrir en la Red, sin siquiera ahondar demasiado en según qué páginas, obras de arte murcianas que, un día sí y otro también, se venden y desaparecen para siempre en manos de sus legítimos compradores. En la mayoría de los casos las ventas son legales, aunque en otros son evidentes delitos contra el patrimonio.
Hay piezas espectaculares, como las Ordenanzas de la Ciudad de Murcia que ofrece un anticuario de Alicante por 5.000 euros. Fueron impresas en el año 1695 por Vicente Llofriú y el estado de conservación de sus 182 páginas es excepcional. Como curiosidad, estas ordenanzas incluyen también las que regulaban los pasteles de carne, amenazando con el destierro a quienes osaran utilizar carnes de mala calidad.
Obras de Párraga, Gaya o Muñoz Barberán se ofrecen a diario por pocos miles de euros
Una de las más valiosas obras que se ofrece es un dibujo a tinta de la torre de la Catedral de Murcia. Está atribuido a Juan de Gea y datado en 1765. Mide más de un metro de alto y los expertos señalan que se realizó cuando el Cabildo quiso continuar las obras del campanario. En el grabado, que pertenece a una colección particular, aunque lo lógico sería que hubiera permanecido entre los fondos catedralicios, puede admirarse la propuesta de colocar en el remate de la torre un giraldillo, algo que finalmente no se produjo. Esta particularidad contribuye a que la pieza se ofrezca por la friolera de 30.000 euros.
Por otros 5.500 euros puede uno admirar en su hogar un postincunable confeccionado en Murcia en 1550. Se trata de la obra ‘Orlando Furioso’, que perteneció, según explica el propio vendedor, «al marqués de Valmar, ilustre hijo de Murcia».
Algo menos, en cambio, cuesta otra curiosa obra cuyo origen podría ser susceptible de una investigación. Se titula ‘Indice del Archivo de Lorca’ y es un manuscrito datado en torno a 1800 y realizado por Bartolomé Antonio Sánchez Uceda, presbítero y comisario del Santo Oficio.
Son nada menos que 308 páginas en perfecto estado y se venden por 4.500 euros. Por 3.000 euros se puede lucir en el salón de casa un auténtico nombramiento de la Inquisición. En este caso, el manuscrito está datado en 1793 y por él se nombra a Alfonso de Aloarra como Notario. Espectacular el sello de la temida institución religiosa.
Cartagena tampoco se libra de que su patrimonio se ofrezca en internet al mejor postor. Y, en algún caso, resulta sorprendente. Porque se venden incluso los supuestos planos originales de su ayuntamiento.
El lote solo cuesta 1.500 euros y se compone de dos planos originales, hechos a mano y firmados por el arquitecto Tomás Rico Valarino.
La lista de piezas es interminable. Quienes prefieran la numismática pueden darse el capricho de poseer un auténtico dinar almorávide de la ceca de Murcia, acuñado bajo el reinado de Ali Ibn Yusuf, de comienzos del siglo XII. O un busto en madera de Antonio Martínez Mengual, que cuesta 1.200 euros.
Los cuadros de célebres autores murcianos también tienen su cuota de mercado. De Muñoz Barberán, por ejemplo, hay bodegones y paisajes a partir de 2.400 euros. Algo menos cuesta un dibujo original de Ramón Gaya fechado en 1951: apenas 2.275 euros. Esté en la ‘web’ denominada Todocolección. Sin embargo, en otra página dedicada a similares menesteres, Ebay, cuesta la misma obra 3.500 euros.
A estos autores se suman José María Párraga y Molina Sánchez. También de papel es una carta, que se vende en 1.300 euros, del mismísimo fundador del PSOE, Pablo Iglesias, a Francisco Raja, un vecino de La Unión. Y es solo una de las incontables piezas que abandonan la Región hacia otros lugares donde, al parecer, se aprecian más.
Fuente: http://www.laverdad.es/