POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA /ASTURIAS)
Así decía un antiquísimo adagio latino: «Pueri sunt pueri ; pueri puerilia tractant», que bien traducido sería «Los niños, como son niños, solamente tratan cosas de niños».
El problema radica en que «los mayores» no siempre logramos entender esas «cosas infantiles» y cortando por lo sano decimos que son «chifladures de rapazos que non tienen nada que facer ni en qué pensar».
¡Ay; si leyéremos más a EL PRINCIPITO «otru gallu nos cantara»!
Porque , díganme la verdad, ¿encuentran ustedes «normal» que cuatro personas adultas, con la cabeza «bien puesta», vayan un viernes de abril por la noche a los LAGOS DE COVADONGA (cielo limpio y estrellado) para, ¡qué ilusos y chiflados!, fotografiar a la VÍA LÁCTEA!.
Y menos mal que dicen Vía Láctea y no CAMÍN DE LLECHI como pretendían algunos bablistas fanáticos.
Sí, sí; esos mismos que al CAMPO GRAVITATORIO TERRESTRE le denominaban el PRAU QUE ATRAE, demostrando con ello su desconocimiento del concepto físico de «campo».
Pues a Covadonga fueron Vane, Esther, Glendor y Fidi en busca de estrellas y de ese lucero de la mañana que desconoce el ocaso («Flammas eius lucifer matutinus inveniat; ille inquam lucifer que nescit ocasum»).
¿Y qué lograron?
Pues lo que nos cuenta el poeta extremeño Luis Chamizo en «El miajón de los castúos» (1921):
«…Y tamién me gusta
la Semana Santa
por sus comilonas
llenas de durzainas.
Muchos platos, muchos,
ca uno de su casta…»
De estrellas y luceros no constan fotos.
Sí hay documento gráfico del monumental y sabrosísimo ROSCON DE PASCUA que confeccionó Esther para ese evento. Tal parece que las estrellas celestes bajaron al suelo en forma de dulce.
Ellos en el monte. Yo, con mis amigos del Partíu Asturianista (PAS) celebrando una comida de hermandad al día siguiente de «la estrellada»; es decir, ayer sábado.
Lugar de reunión y yantar: El RESTAURANTE EL PINAL, aquí al lado mismo de Gijón. ¡Qué comida, qué atenciones y qué precio!
Arrocín caldoso con marisco y champiñones; bacalao en salsa verde; carrilleras de cerdo guisadas con guarnición de patatinos; tarta, helado, café… Silencio el precio porque resulta increíble ofrecer una cocina tan excelente a un precio tan tentador. Les invito a que lo comprueben ustedes mismos.
Termino.
El partido Madrid-Barcelona me llama con insistencia.
Yo, del Sporting y del C.D. Colunga.