EL CRONISTA OFICIAL DE CANDÁS (ASTURIAS) ENCONTRÓ UN DOCUMENTO QUE CONFIRMABA QUE EN EL SIGLO XVII, SE HABÍA PRODUCIDO UN JUICIO DE LA ANQUISICIÓN
Los episodios y lugares más fascinantes de la Asturias más enigmática se colarán hoy de nuevo en las pantallas de la mano de Arantza Margolles, quien, en el octavo capítulo del programa ‘Historias y misterios‘, que emite esta noche la TPA (22.15), volverá a sumergir al espectador en un mundo de arcanos e intrigas.
En esta ocasión, con tres relatos que prometen no dejar a nadie indiferente y que comenzarán con ‘El pleito de los delfines’, una historia que transcurre en Candás.
«Allí, hasta hace bien poco, circulaba una leyenda relatada por las gentes más ancianas del lugar según la cual hacía muchos siglos que los pescadores de la localidad se habrían enfrentado a un grupo de delfines que les hacían la competencia a la hora de pescar.
Y la manera que tuvieron de resolver el problema no fue otra que someter a los cetáceos a un juicio en alta mar, para el que contaron con un juez e incluso con un abogado defensor», narra la historiadora gijonesa.
Hasta ahí, la cosa podría haber quedado en un hermoso cuento «si no fuese porque, en 1980, el cronista oficial de Candás encontró un documento que confirmaba que, efectivamente, en el siglo XVII, se había producido ese juicio, para el que llamaron incluso a la Santa Inquisición.
Un pleito que, aparentemente, les habría funcionado, despejando la zona de pesca de intrusos, con lo que la leyenda se convirtió en realidad y existe un monumento en Candás que así lo recuerda», dice Margolles, quien contará con la ayuda del historiador Moncho Rodríguez y con la asociación Candás Marinero, además de bucear en el Archivo Municipal, para detallar los intríngulis de un episodio que parece propio de una imaginación prodigiosa, pero que sucedió hace cuatro siglos en aguas del Cantábrico.
Y de la costa al interior, ‘Historias y misterios’ se trasladará después a la iglesia de San Vicente de Serrapio, en el concejo de Aller, que mantiene la pureza del estilo románico en el ábside y una carga simbólica difícil de igualar. Un pequeño templo cuajado de incógnitas, pura alquimia en piedra en la que se perciben claramente las huellas de los templarios.
«Se trata de un lugar interesantísimo junto al Camino de Santiago. De ahí que tenga toda la lógica que haya sido un enclave templario importante en el que incluso se han encontrado restos de camas, con lo que podría haberles servido como alojamiento», apunta la historiadora, que añade que así «lo acreditan su ubicación, en un alto, y la muralla que indica que se trataba de un recinto fortificado».
Pero es que, además, las gárgolas, los capiteles, los tres cráneos infantiles situados sobre la pila bautismal o la tumba encontrada bajo el altar con restos de un individuo joven con la altura de un gigante forman parte de un catálogo de incógnitas apasionantes.
«Cualquiera podría pasar horas allí», admite Margolles, quien ahondará en los secretos del templo ayudada por el filósofo Pepín Díaz, el historiador Ernesto Burgos, Marcelino Riera –de la asociación de caballeros templarios de Aller– y por un vecino de la zona que, durante unas labores de excavación, encontró una cruz templaria.
Y de la orden militar cristiana a los soldados franceses, porque la última de las historias del programa nos llevará a Peñaflor, en Grado, donde tuvo lugar «una batalla suicida que enfrentó a 3.000 galos con 200 o 300 moscones a los que masacraron, claro».
Aunque, según los expertos militares que aparecen en este episodio, «fue una batalla más estratégica que otra cosa, porque de lo que se trataba era de retrasar la llegada de las tropas francesas a Oviedo».
Una expedición que, sin embargo, dejó marcas indelebles en el concejo, «como en el caso de una iglesia que aún conserva unas campanas de madera, porque las originales, de metal, se las llevaron para fundirlas». Azahara Villacorta
Fuente: http://www.elcomercio.es/culturas/tv/segunda-temporada-historias-misterios-tpa-20180321024737-nt.html