POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
No hay nada mejor que comenzar el día con un desayuno saludable y reconstituyente. Ante la buena compañía y saludable tertulia, produce felicidad meterse entre pecho y espalda unas migas, huevos fritos con chorizo rojo, tostada con aceite, tomate y jamón, y revuelto de huevo con queso y beicon. Acompañando todo el asunto con un buen tinto extremeño.
Después café, torrijas y bizcochos con chocolate. Que todo sea en homenaje a al universal don Alonso Quijano; pues estos manjares alegran los duelos y mejoran al más quebrantado. Se ha dicho que hay que desayunar como reyes, almorzar como ricos y cenar como mendigos. También se dice que de grandes cenas hay sepulturas llenas, pero también digo y escribo que de grandes desayunos no se ha muerto ninguno. Que así sea. (Testimonio gráfico de una mañana en el Corral del Rey, el Portu, en Barbaño).