POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Está aquí, ha llegado lo más querido y lo más sagrado. Ha regresado esta convocatoria anual que no siente apenas necesidad de anuncio, ni proclamación, ni pregón, porque el pueblo lo intuye en su sexto sentido, bajo la sintonía de sentimientos renovados, que desea que juguemos sabiamente a ser nosotros mismos. Y quien es origen, principio y fin, Santa Quiteria, os desea que tengáis buena compañía, ganas de diversión y una mirada puesta en el futuro. Congregándonos para ello en el mejor de los lugares posibles. Porque aquí, en esta plaza, se han vivido y se siguen viviendo los sucesos y los acontecimientos. Aquí se han manifestado y se manifiestan los quehaceres y los anhelos del destino. Aquí empezó todo.
Sencillo el ornato. Ajuar impecable. En las andas flores de este mayo que se entregan a porfía, porque desde siglos madre siempre ha sido y nuestra es. Ropa de estreno, de domingo, de día de fiesta. Olor a colonia. Coloretes en las caras de las jovencitas. Rojo intenso en los labios de las señoras. Collares y abanicos. Las ballenas dando fortaleza y elegancia en los cuellos de las camisas. Gente que se santigua. Hombres que respetuosamente se quitan gorras y sombreros. Aquellas imágenes, prodigiosamente, han quedado guardadas en el cajón de la vieja cómoda de caoba. Tribuna de santos, donde una mariposa navegando en el aceite alumbraba día y noche una capillita y varias estampas. Allí, en el ángulo izquierdo, en la caja de latón, en el paraíso donde habitó antes el dulce de membrillo, están ahora las fotografías antiguas.
Allí, paisaje, actores y actrices de un tiempo. Las entrañas de aquella “España que pasó y no ha sido” que recita el verso machadiano. Allí, los quehaceres, las alegrías, las fiestas, la familia y el tiempo del buen gobierno de nuestros bisabuelos, abuelos y parientes lejanos. Allí, en las fotografías, en ellas, la historia del tiempo presente.
Gracias a Agustín, el de los “pelos rizados”, fotógrafo de Mérida; y a la pareja en el arte de guardar la luz del tiempo formada por “Belmonte” -sí, con apellido de matador de toros- y “Sevilla”, su ayudante, que era de Puebla de Obando. Gracias a estos fotógrafos por habernos transmitido las imágenes con las que ahora entendemos aún más y mejor la vida. (Fragmentos del Pregón de las Fiestas de Santa Quiteria, que pronuncié el 21 de mayo de 2012, invitado por el Ayuntamiento, siendo alcaldesa Mari Cortés).