POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)

Amigos lectores, Carmen Alicia Morales nunca nos deja indiferentes. Pues sí, de nuevo ha venido a visitarnos nuestra «amiga de allá», la historiadora portorriqueña, siempre pronta a volver a estas sus raíces españolas, siempre indagando sobre nuestra Isabel, que lo tiene entre sus investigaciones principales, que le lleva tiempo y viajes, y que nos descubre cada vez algo nuevo de esta figura histórica: Isabel la Católica.

Ya hace años que esta entrañable y activa mujer llegó a Alcalá de Henares, ciudad hermana, becada desde Estados Unidos, su residencia, para realizar estudios.

Y por su inclinación a la figura de nuestra madrigaleña más universal, Isabel de Trastámara, llegó a estas tierras de Castilla en busca de los lugares de su admirada reina. Y realizó paradas en Arévalo, en Madrigal y en otros muchos lugares.

Aún recuerdo mi encuentro con ella, fue como de novela, como auspiciado por el destino. También visitó Palencia, la tierra de alguno de sus antepasados. Desde entonces quedó prendida en ella la llama de Isabel. Ella vuelve cada poco tiempo a sus lugares isabelinos, su enamoramiento del personaje y de esta tierra se manifiestan de este modo, visitas periódicas y nuevas investigaciones que plasma en sus libros isabelinos. A ella la gusta presentar aquí sus libros de Isabel en las más diversas facetas de su vida, políticas, afectivas, personales y dinásticas.

Y así ha sido, hace unos días recaló en nuestra ciudad la portorriqueña entrañable y dicharachera que nos encandila con su dinamismo y vitalidad, un ejemplo del quehacer en un trabajo investigador que no cesa, pues ya está con su siguiente libro, sobre Isabel, naturalmente.

Ella ya está recopilando datos y noticias nuevas que ofrecer en sus obras siempre con un punto de vista novedoso, si es que esto puede ser en esta figura gigantesca de nuestra historia.

La presentación de la historiadora corrió a cargo de este Cronista Oficial que escribe, porque ella me lo pide así, y tengo que manifestar que a mí me satisface el grado de confianza que manifiesta con ello.

La presentación del libro ‘Isabel la Católica, sus antepasados’ estuvo llena de nuevas aportaciones, esta vez centradas en doce biografías de sus antepasados, los portugueses y los españoles porque, como ella dice, nos acercan más a la figura de la protagonista y también nos descubren nuevas vías investigadoras.

Pues esto, con ser mucho, no es todo. Algo que la caracteriza además es su forma de expresar esa aportación con su elocuente dicción, su apasionado trabajo sobre Isabel, es una experta, y además, como anécdota, siempre rodeada del aroma profundo de sus cafés de Puerto Rico, un obsequio muy atractivo y colectivo!!!

Otro acto cultural muy importante para mí, el ciclo de conferencias que cerrará en Arévalo el IV Centenario de la muerte de Cervantes, y dentro de él la conferencia que he pronunciado sobre nuestro trinitario Fray Juan Gil, con el título «Cervantes y fray Juan Gil de Arévalo: restituir la memoria del rescatador, un deber histórico».

Tengo que agradecer la confianza depositada en mi trabajo por la Institución Gran Duque de Alba y la oportunidad de exponerlo ante el público, que es un complemento ideal a la serie de artículos que ha publicado este querido Diario.

También ya está en proceso editorial el libro que patrocina la fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, serie Beltenebros Minor.

Amigos lectores, unos meses de trabajo para profundizar sobre la figura del liberador de Cervantes, el trinitario arevalense fray Juan Gil y la recuperación de su memoria.

En Arévalo claro que es conocido el redentor de Cervantes, una glorieta hermosa, un hotel, una escultura muy bella y los paredones de la Trinidad… Era necesario profundizar en esta historia y rescatar del anonimato su labor liberadora.

Una conferencia en que, rodeado de amigos, he puesto en común esta experiencia, y la satisfacción de recuperar una bellísima página de nuestra historia. Gracias por acompañarme en este día tan importante: mi confirmación como Cronista Oficial de mi ciudad.