POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Dicen los expertos que este capítulo de ‘El Quijote’ que pongo a continuanción viene a ser uno de los más humorísticos y está cargado de erotismo y la parodia, que es un fiel reflejo de la personalidad de aquel hidalgo manchego y su escudero, del creador de aquella historia que puede tener mucho de autobiografía, y un fiel reflejo de aquella sociedad que aún gozaba de las novelas de caballería y que fue dando paso a otro tipo de literatura, la novela moderna.
…y otros pasajes quijotescos. Así resumiría yo aquella noche de conferencia.
Estas ideas y otras muchas surgieron como un torrente en la magistral conferencia que nos ha ofrecido el Doctor en Filología Hispánica Luis Garcinuño en el cierre del ciclo de conferencias cervantinas. Densa y cargada de datos y circunstancias que han rodeado al autor, Cervantes, y al relato del Quijote. Y la importancia que supone el fijar el idioma español y la pulcritud del lenguaje utilizado por Cervantes, más de 14 mil vocablos… la obra teatral y la obra lírica, que todo en conjunto es el magisterio de nuestro inmortal escritor.
Un repaso a la biografía que fija hitos y fechas, se mostró cercano a la figura de nuestro fraile trinitario arevalense, Juan Gil, del que yo mismo hablé en la conferencia anterior para intentar ponerle en el sitio que le corresponde en esta historia.
Especialmente cercano y atractivo resultaron sus alusiones a nuestro Nicasio Hernández Luquero, como gran cervantista e investigador, como puso de manifiesto su colaboración en los actos y publicaciones de mediados del siglo XX, recordando aquella circunstancia del Luquero historiador, además del excelente escritor que conocemos todos.
Hoy mismo, fiesta de Todos los Santos, ante la tumba de Luquero, he rezado una oración por el amigo, como siempre que subo al cementerio, y he recordado esos momentos que recordó Garcinuño, y otros que viví más cercanamente con él mismo en la última etapa de su vida. Y también con su hija Autora, de tan grato recuerdo, que puso en mis manos todo aquel material periodístico cuando estaba preparando unos artículos que se publicaron en el año 2005, en el centenario de la publicación del Quijote.
Hoy sabemos mucho más de Cervantes, y muchísimo más de Fray Juan Gil, su liberador gracias a las aportaciones nuevas que han aflorado en esta conmemoración, entre ellas la publicación de nuevos documentos por el trinitario Juan Pujana.
Al mismo tiempo hemos sentido una sensación agridulce porque este mes de octubre que ha sido especialmente denso en la celebración de tantos actos y acontecimientos, de tal forma que muchos de ellos se han solapado en detrimento de quienes queríamos estar en unos y en otros. Y naturalmente la presión del fútbol, el verdadero protagonista del ocio de sillón, que ahora casi todos los días televisan uno, dos o más partidos, todos extraordinarios. No hace tanto se programaban las cosas salvando el día de esas retransmisiones, y había sitio para todo… hoy esto es imposible.
Cambiando de tema, un amigo ha visitado nuestra ciudad en este amplio y caluroso puente del primero de noviembre, me estoy refiriendo a Francisco Durán, Fran para los amigos, buen momento para darle la enhorabuena por el premio que le han concedido, y aunque ya lo hicimos por otros medios en la distancia, ahora de forma personal. El trabajo «El Cinturón Verde de Arévalo» del que es autor, ha sido premiado como el mejor trabajo presentado en el congreso «Caminando hacia la Infraestructura Verde» celebrado hace unos días en Zaragoza.
Una nueva concepción de las riberas. Un buen trabajo de cuya primera fase, las riberas del Arevalillo, ya están disfrutado numerosos arevalenses, y muchos también esperamos esa segunda fase, la del río Adaja, para completar ese cinturón verde que tanta naturaleza y su disfrute espera la mayoría de arevalenses. Las cuestas del oeste ya no son las mismas de antes… ¡Están limpias!
Por fin… gracias Fran Durán y todos los que han colaborado contigo.