POR RICARDO GUERRA SANCHO CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Podía comenzar estas líneas recordando la FITUR, que es un gran escaparate, como ya hemos comentado en la columna anterior, o las páginas de este Diario de Ávila, que es un gran escaparate provincial, o la Tele8 de Ávila que también lo es, o varias emisoras de radio, de ámbito provincial o nacional, porque en esta encrucijada en que se encuentra la ciudad, al norte de la provincia de Ávila, entre varias provincias, estamos al alcance de muchas ondas y frecuencias de todos los territorios que nos rodean… y que también son como escaparates sonoros.
Pero no, hoy quiero referirme a un escaparate tradicional, un doble escaparate, de dos lunas, en el centro de la ciudad, en la Plaza del Arrabal, uno de esos escaparates que toda la vida han sido reclamo visual de numerosos y variados negocios, pero este, concretamente, es de un amigo y una antigua y prestigiosa zapatería que ostentaba con orgullo en su fachada “Hijos de Melitón Delgado” hasta su última restauración en la que el célebre cartel desapareció.
Quienes son de Arévalo o los comarcanos lo conocen bien a se habrán dado cuenta que estoy hablando de un escaparate que aún ostenta el cartel de “Calzados Delgado”, para los amigos, que son muchos, lo conocemos como “los catalanes” por un parentesco en la población leridana de Mollerusa, y que aún después de la jubilación sigue vivo, muy vivo y atractivo.
Pido licencia a mis amigos para traerlos hoy a esta página, porque llevo yo mucho tiempo pensando en este pequeño homenaje y muestra de cariñosa amistad y vecindad de toda la vida. Pero al mismo tiempo quiero recalcar una labor callada que gustosamente estos hermanos Mª Carmen y Pablo, o viceversa, una constante labor visual de divulgación cultural por la temática que desde hace unos años ocupan estos escaparates antes llenos de los “últimos modelos” de calzado.
Y así en ellos, siempre “ocupados”, se exponen cosas muy atractivas y llamativas de modo que siguen llamando la atención de viandantes y visitantes. Además de la cartelería de todos los eventos socioculturales, de extraordinarias fotos de Pablo, este aficionado a la fotografía desde siempre que ha expuesto sus obras, o cuadros de aficionados y profesionales, de los mosaicos a la romana, o las maquetas de nuestros edificios históricos como las Montalvas, la Casa Consistorial o la iglesia de Santa María, cerámica artesanal, unos atractivos y esperados belenes, o el encierro de toros en nuestras fiestas. Seguro que se me olvida algún aspecto o tema, porque es larga la lista.
Durante el año pasado han recogido dentro de su temática siempre oportuna y conmemorativa, una muestra sobre Cervantes en su centenario, El Quijote con unos buenos ejemplares de diversa época y edición, fotos de nuestro Fray Juan Gil, el libertador del inmortal Cervantes de la cárcel de Argel y de los restos del convento de los Trinitarios a los que perteneció nuestro personaje.
Ahora, al finalizar el monumental belén mudéjar-cervantino, sus autores y los titulares han instalado en estos escaparates culturales unas preciosas maquetas, el Arco del Alcocer o antigua puerta de la Villa, reproducción que estuvo en el belén municipal y una casa que cual trampantojo alojaba unas figuras de Cervantes y Fray Juan Gil, todo ello obra de Fran e Iván, artistas que destacan en cuantas actividades emprenden. Podríamos decir que este escaparate-muestra podría ser el último gesto para recordar el acontecimiento que nos ha ocupado estos últimos meses para recordar el IV Centenario de la muerte del insigne escritor Miguel de Cervantes, acontecimiento que nos ha ocupado con un amplio programa.
Sí amigos, son estos escaparates un punto de referencia y de visita obligada que nos ofrece cosas interesantes y curiosas de Arévalo. Una forma de mantener vivos los testimonios de nuestro comercio más tradicional y emblemático aún después de cerrar por jubilación, escaparates de tiendas de toda la vida… Gracias hermanos Delgado.