POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (AVILA)
En muchas ocasiones de ha dicho esta frase, en muchas de ellas con indudable acierto, y en otras haciendo la “vista gorda”. Pero es que muchas veces no se trata de estadísticas científicamente realizadas, más o menos exactas, sino más bien de una sensación sentida por muchos con alguna referencia vivida. Eso es lo que ha ocurrido estos últimos días de las Ferias y Fiestas de Arévalo, unos días festivos intensos y llenos de cosas, donde este año la climatología ha tenido su repercusión en el programa.
Así, después de unos días de tantos calores, comenzamos con fresco que, aunque soportable, se dejó sentir. Comenzaron las fiestas con un gran pregón de nuestro querido D. Manuel Pinto, multitudinario, con una Plaza del Real abarrotada de gentes que aclamaron al pregonero en un año fuera de lo corriente, porque fue escuchado y sus palabras coreadas, con ese rotundo y unánime ¡Viva San Victorino! Que resonó en la noche arevalense.
Y la primera corrida, mucho más que entretenida, como ya se ha reseñado en estas mismas páginas.
Luego las tormentas que han dejado una especie de vacío entre semana, por lo que el encierro del jueves hubo de ser suspendido, y las verbenas buenas con sus más y sus menos. Qué pena esas dos orquestas que faltó poco para la suspender el espectáculo de la noche y luego se arregló, para finalizar entre chubascos… cosas de las tormentas de principio de verano que nos han acuciado estos días.
Pero llegó el último fin de semana de esta largaaaaaa semana de fiestas que dura once días!!! cosa insólita en el calendario festivo regional, y aún más.
Pero esas costumbres que se implantan, vienen bien y luego a ver quién da marcha atrás, aunque muchos lo piensen o lo pensemos.
Qué voy a decir de la Panorama, que sigue siendo, según dicen, la mejor orquesta espectáculo del momento, con sus teloneros para aguantar toda la noche… más que el público, que de esas miles de personas que se dieron cita en los extraradios de la ciudad, porque mucha música y espectáculo, pero el campo es ancho para evacuar, y sin poder asentar el culo un rato, que se notaba en las piernas de los menos jóvenes.
Pues sí, debe de ser la mejor, por lo que atrae, claro que de gratis, cuando en otras partes cuesta su entrada, pero cuatro veces en un año!!!… de ferias a ferias, pasando por la plaza de toros y por el Teatro Castilla. Bueno, pues esto es lo que ahora se lleva. Cada noche verbenas, como en otras latitudes, que solo falta “el pulpeiro” para llevarnos mentalmente a la Galicia de las músicas y las pulperías.
Verán, y no quiero que me tomen la crítica por el lado más amargo, sino todo lo contrario, pero se agradecería que con una orquesta o un toro menos, sería deseable una buena limpieza posterior a las ferias, porque entre el gentío, que bebe y mea, la mayoría de las calles y rincones parecen ríos, con alguna vomitona también. Y es que tanta gente como el récord de este año, trae también consigo esas cosas.
No es exagerar, pero desde el Real de la Feria, toda la gran avenida de Emilio Romero, pasando por el Arco de Ávila, el Barrio Húmedo, El Salvaror y el Arrabal, era un gentío. Millares de visitantes, que hasta la Plaza de la Villa, la peatonalizada, se abrió al aparcamiento y al botellón…
Se me acaba el espacio y quería yo mentar la gran corrida de toros que nos ofreció el sábado, Morante genial e inspirado en una tarde de repercusión en el mundo taurino. Cayetano, inspirado. Y Jiménez Fortes el riesgo… una gran tarde de toros. Un ambiente taurino con sabor y empaque. Y de nuevo la visita de nuestra infanta favorita, Elena, en los toros, como ella acostumbra, para dar empaque a la fiesta. Y dos detalles: un minuto de silencio por el torero que justo hace un año murió en el ruedo. Y el himno nacional, todos en pie y un silencio impresionante… que quieren que les diga!!!!