POR RICARDO GUERRA SANCHO CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Hace unos días hemos asistido a una celebración muy especial, unos como componentes de la Coral La Moraña de Arévalo /Ávila/, fundadores y componentes que se han ido incorporando a lo largo de este tiempo, y otros como espectadores en un buen número que nos siguieron a esta formación coral por las calles y plazas de Arévalo en una actuación muy especial.
Estábamos celebrando los treinta años de la fundación de la coral. Toda conmemoración de estas efemérides es de por sí un momento de grata celebración, mayor cuanto más difícil resulta la permanencia de grupos tan numerosos.
Parece que fue ayer cuando un grupo muy numeroso de gentes amantes de la música nos unimos para formar este coro. Una iniciativa de gentes vinculadas a la asociación de Antiguos alumnos Salesianos de Arévalo, y que entonces era una de las aspiraciones culturales de todo pueblo o ciudad, tener un grupo de música polifónica, y que aquí se fraguó a fuerza de ver actuaciones de la siempre emblemática coral de la Universidad Pontificia de Salamanca que actuaba aquí con relativa frecuencia, y que fue el faro y espejo en que nos miramos, hasta que un día, después de una de sus actuaciones propició un llamamiento y una reunión con Jesús Manuel “Chusma” a la cabeza, el salesiano responsable de aquel inicio, que entonces llamamos “Coral Familiar”.
Era el otoño de 1986, con ensayos durante el invierno y la primavera siguientes, y presentarnos para actuar por vez primera en las Ferias y Fiestas de 1987. Treinta años de música, de cantos unos populares, otros de música religiosa, que pronto fuimos aumentando para conseguir un repertorio amplio y variado que abarca todos los géneros, música renacentista o barroca, tradicional o clásica, otros a ritmo de habaneras, o música de películas, formando un cuerpo de repertorio que abarca todos los géneros de todas las épocas, y canciones populares adaptadas a la polifonía, incluyendo dos piezas muy significativas para esta coral la canción popular “Canto a Castilla” que nos entregó al finalizar un certamen Abdón Curto, el músico que la adaptó a coral y hemos paseado por toda España. O la popular “Jota de Arévalo” que ha sido adaptada a polifonía por nuestra directora Verónica Castañeda, dándola un aire de gran musicalidad.
Y recordando, me viene a la memoria aquella celebración del 25 aniversario, que fue muy especial y a ella acudieron todos los directores que han pasado por la formación, todos menos el fundador José Manuel, que estaba destinado en Roma. Los salesianos, José Manuel García, Miguel Astudillo y Jaime Alonso, y después con otros músicos profesionales, Verónica Castañeda, Mariano Pilar Sovejano, Javier Gago y Ángel Fernández, pero siempre en nuestra casa, en el colegio salesiano, con puertas abiertas.
Fue un acto emotivo donde se recordaron mil y una anécdota de los años de vida de esta coral, de las actuaciones, que desde el principio uno de los fines fue llevar la música polifónica a todos los pueblos de la comarca, y en otros numerosos puntos de la geografía española, como Madrid, Ávila, Valladolid, Santiago de Compostela, Asturias, Cantabria La Rioja, Castilla la Mancha o Extremadura. O las giras por el extranjero, como Canadá, Portugal, Francia, Italia, Austria y Croacia… verdaderos embajadores culturales.
Pues ya son treinta años, que celebramos cantando la misa en Santo Domingo y realizando un concierto en la calle, una nueva experiencia que resultó muy positiva, con una gran respuesta de público. Un concierto al aire libre e itinerante, la Plaza del Arrabal, la de El Salvador y el nuevo entorno de las ruinas recuperadas del convento de la Santísima Trinidad, con gran resonancia y las muestras de cariño de nuestro público, fiel y agradecido, como nosotros nos sentimos por esa acogida. Unos momentos dulces de la coral, que goza de una excelente salud, con varias actuaciones próximas, y entre ellas, la misa televisada por TVE 2, el domingo 13 de agosto, retransmitida desde Crespos, a la que quedan todos invitados, y en verano Palacios Rubios. Fresno el Viejo y Santander.