POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)
Una vez pasado el puente y ya en vísperas de comenzar la Navidad, hemos tenido un fin de semana atractivo y lleno de experiencias. Parecía que sería de tránsito, de espera, de descanso… pues no, no ha habido tregua y ahora les contaré porqué.
El viernes pasado asistimos a una de las mayores manifestaciones de solidaridad, y en esta nuestra ciudad hay muchas, como testimonios de ese título que tenemos a honra, el de “Muy Humanitaria”, que fue ganado por otros motivos menos alegres, aquel desgraciado accidente ferroviario del año 1944.
Esta solidaridad actual es distinta a las acuciantes necesidades de un tiempo distinto y unos motivos de graves desastres. Pero en el fondo lo que afloran son los buenos sentimientos de nuestra gente.
El festival de “Ayúdanos a ayudar”, con dos sesiones, la infantil y la de mayores, prácticamente abarrotaron el Teatro Castilla con un sinfín de actuaciones de todas las clases y valores, más de 200 participantes… además de la fila cero. Muchas colaboraciones y mucho de todo, como muchas son también las gentes que se beneficiarán de los resultados.
Pues sí, el fin de semana de transición a la Navidad también registró una buena afluencia de gentes deseosas de conocer Arévalo, como por ejemplo ese grupo de amigos poseedores y restauradores de viejos coches que hacen la delicia del público amante de estas cosas.
Su procedencia muy variada, de Segovia, Ávila, Riaza, Crespos, Fontiveros y algún que otro lugar. Se dieron cita para pasear el Arévalo histórico y comer en un céntrico restaurante, establecimiento que precisamente ha sido galardonado con uno de los “Premios de Turismo 2017” con los que la Diputación Provincial de Ávila reconoce a establecimientos, asociaciones y poblaciones que han destacado en esos servicios turísticos.
En nuestro caso, en el apartado de alojamientos rurales, y es que la Posada Real los V Linajes es un buen referente en la mejora de la oferta turística de nuestra ciudad, y ha sido premiada por la integración arquitectónica del inmueble y la calidad de los servicios. Enhorabuena a este establecimiento arevalense.
A ese grupo tuve yo el placer de acompañar con mi amigo Diego que se encargó de organizar la jornada. Después de una buena helada se quedó un día espléndido para recorrer el casco viejo y visitar el castillo que actualmente es una gran atracción con tirón turístico, después de las profundas restauraciones realizadas. Una fortaleza que en su torre del homenaje bien pronto descubre una parte de nuestra historia, nuestros vínculos con la gran reina Isabel.
Que nos descubre ese magnífico museo del trigo, “un castillo para la agricultura” nos indican, que aúna historia agraria con los modernos silos para los granos, ya que junto a otros castillos ruinosos fue convertido en silo.
La agricultura en España y en el mundo, y el museo con la extraordinaria colección de cereales, los buenos y las malas hierbas, que muestra la variedad de cereales más importante de Europa, incluido el famoso “trigo Candeal de Arévalo” la flor del trigo panificable tan valorado en la historia… y después ese paseo por las almenas con las más espectaculares vistas de Arévalo, ese viejo caserío del que emergen nuestras históricas torres mudéjares.
Pues las emociones no acabaron ahí, porque nuestra Coral La Moraña estuvo presente en el concierto “Ávila canta la Navidad”, la sexta edición de todo un clásico que nos abre las puertas a la Navidad, ese concierto que organiza la Asociación de Amigos de la Universidad Católica, otro evento solidario de los que se celebran estas fechas, en que una vez más estuvo presente nuestra música, en estas fechas de los clásicos villancicos que siguen siendo la bandera musical de esta celebración del mundo cristiano.
Música clásica y variada, canciones populares de nuestras tierras y comarcas que tienen señas de identidad. Tengo que manifestarles que cuando escucho villancicos me siento niño, me encandila y me recuerda que ya están aquí estas fechas tan entrañables…. la Navidad, los belenes y los villancicos, en la próxima.