POR: RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO
En la columna anterior, la de los Reyes Magos, me quedé con muchas ganas de comentar una de las peticiones que en otras ocasiones he escrito por estas fechas, trabajo y posibilidades para nuestras gentes, especialmente para nuestros jóvenes, para que no tengan que irse en busca de un futuro. Es siempre un deseo, que los que ya tenemos unos años acariciamos, porque vivimos aquellos finales años de la agricultura del arado romano y el principio de la mecanización, incluso muchos lo sufrimos, con lo que media España rural tuvo que cambiar de actividad. Aquellos años de la emigración masiva hacia las ciudades, que es donde ponían las cosas que daban puestos de trabajo, porque nuestros mandatarios tenían una meta, la de fomentar las grandes ciudades. Desde aquí salieron muchas familias y mozos jóvenes en busca de su futuro, principalmente a Madrid, Bilbao, Barcelona y Valladolid desde que se puso la Fasa. Era distinto a los temporeros que salían a Francia, Suiza o Alemania, que su intención era volver a su tierra y muchos lo hicieron, creando al volver nuevos negocios. Otros no, porque echaron raíces en aquellos destinos y allí quedaron.
Hoy le han dado en llamar al interior, a nuestras provincias y comarcas el horrible nombre de la “España vaciada” y todos se rasgan las vestiduras por abanderar ese movimiento, que ahora mismo ya se ha convertido en movimiento político y electoral. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que esto se empezó a fraguar hace muchos años, y todos estaban encantados de la vida.
El titular ilusionante de estas líneas se corresponde con la publicación de que en nuestro gran Polígono Industrial “Tierra de Arévalo”, se van a instalar dos empresas de envergadura, con la ilusión de que nuestra ciudad y comarca, y aún más zonas, fijen población y nuestras gentes se queden en nuestra tierra. Que solo salgan los que quieran ver y conocer mundo, no por la obligación imperiosa de buscar el futuro.
Un polígono que tiene una historia apasionante y que después de muchos avatares y aventuras, se convirtió en un punto señalado en el “eje del noroeste” en la A6, en una encrucijada de equidistancias que es lo que le hace especial y apetecible. Pero aquel primer polígono ya estaba prácticamente lleno desde hace unos años, al menos de solares de cierta extensión, y la Junta de Castilla y León programó una gran ampliación, de la cual se realizó una primera fase que, al venir los años de crisis, quedó vacía desgraciadamente, e incluso se llegó a tildar a la administración regional de megalómana. Pero ahí estaba en espera de oportunidades como las que se acaban de presentar.
Un polígono que nació como iniciativa privada en unos terrenos al noroeste de la ciudad, entra las carreteras N6, el tramo anterior a la desviación que hoy es la salida norte para enlazar con la A6, y la CyL 605 de Segovia a Zamora por Arévalo. Pero aquella laudable iniciativa sobrepasaba con creces
una idea personal. Unos terrenos que durante muchos años producían remolacha, patatas y los exquisitos espárragos de “El Maño”. Por los años 80 se consiguió, tras un profundo estudio y negociación, que esta iniciativa fuera retomada por un organismo del Ministerio de Industria, el SEPES, que lo prosiguió y mejoró. Pronto llegaron las grandes empresas que cambiaron el panorama y convirtieron Arévalo en una ciudad industrial que irradia a toda la comarca y aún más. Ese polígono se fue colmatando de otras pequeñas industrias, algunas complementarias de aquellas, y otras que salieron del casco urbano buscando desahogo y modernas infraestructuras. Muchos de los centenares de trabajadores que están en estas industrias, son de nuestra comarca y las limítrofes.
Estos días nos han informado del Programa Territorial de Fomento para Medina del Campo y Arévalo, aprobando medidas para el fomento industrial, como pidieron el Ayuntamiento de Arévalo y la Diputación Provincial de Ávila, por lo que se instalarán dos industrias de cierta dimensión, que indudablemente fomentarán el equilibrio territorial de esta zona. Una gran noticia, muy bien recibida por todos.
FUENTE: RICARDO GUERRA SANCHO