POR RICARDO GUERRA SANCHO ,CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)
Parece un juego de palabras, ¿vedad? Pero no, es una forma de enunciar un programa de formación y empleo, del que este Diario ha dado cumplida información. No se trata de reseñar el acto, pero sí de considerar y recordar algunos temas que, si bien es cierto que vienen de lejos, últimamente se están resolviendo muy satisfactoriamente. Mi enhorabuena tanto a los impulsores como a los nuevos jardineros diplomados.
Esta pequeña ciudad de Arévalo, por su situación geográfica y física, está asentada sobre un promontorio que a modo de península está rodeada en sus tres cuartas partes por los ríos Adaja y Arevalillo, y esos escarpes que en la antigüedad fueron barreras defensivas, se convirtieron después en “cuestas” a las que se arrojaba todo tipo de basuras e inmundicias. Era esta una población que vivía de espaldas a sus ríos. Y es así como hasta hace nada, incluso aún hoy en día hay alguna zona que aún está altamente degradada. Siempre fue un sueño, una ilusión amanecer un día con aquellas cuestas de los ríos limpias y repobladas de especies del terreno, si no ajardinadas, sí adecentadas y verdes con arbustos y árboles que embellecieran aquel entorno. Una visión de la ciudad que, contemplada desde fuera, era un lamentable paisaje de escombros y basuras.
Muchas buenas intenciones se han dado en el transcurso de los años, incluso con limpiezas puntuales que la desidia y el comportamiento incívico de algunos se encargaban de mantener aquello limpio por muy poco tiempo…
Afortunadamente ahora se están dando pasos de gigante que están cambiando radicalmente este panorama. El acto al que he asistido de este grupo de ocho empleados en formación me ha sugerido contar cosas sobre este tema, porque en los últimos años, sumando actuaciones más grandes, o más pequeñas, están cambiando el panorama.
Primero fue aquel camino verde del Arevalillo que está tomando ya el aspecto que todos deseamos con las plantaciones de árboles y arbustos cuajando y desarrollándose en mil verdes primaverales que llenan de frescor el paseo veraniego y que en estas fechas se torna en tonos dorados y amarillentos que llaman la atención.
También ha llegado esta actividad de taller de formación y empleo propiciado por el servicio de empleo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento. Y se está viendo el resultado en numerosos puntos de nuestra ciudad, unos jardines nuevos, otras zonas verdes recuperando espacios degradados, o el mantenimiento de otros ya existentes de las primeras fases, de tal forma que hoy podemos decir con orgullo que tenemos una población más embellecida, más agradable a la vista y al paseo y que de todo esto hay personas que se pueden sentir orgullosas, formándose y aportando beneficios a nuestra sociedad que tan necesitada está de acciones como esta.
Creo que pronto comenzará a segunda fase del camino verde del Adaja, será bienvenido.
Este grupo de personas de poco a poco han dejado su trabajo y aprendiendo en unos espacios hoy más agradables. Se pueden ver y apreciar sensiblemente los espacios en los que han actuado. Así en el Polígono Industrial “Tierra de Arévalo” han plantado árboles y zona de arbustos de flor en la zona denominada verde, pero que desde hace años era simplemente una medianera llena de malas hierbas, cardos y ceñilgos.
O la zona de la Plaza del Descubrimiento, o en la zona de las Heras, o en la Plaza de El Salvador, o en tantos lugares y rincones que hoy son más agradables de pasear y dan una visión más amable de nuestra población. Solo falta el respeto de algunos pocos que siempre tienen que dejar su huella y una falta del respeto para toda la sociedad, como está ocurriendo con demasiada frecuencia con algunos dueños de perros que dejan algunas calles intransitables. Es cuestión de educación y de respeto a los demás. Pero hoy todas mis felicitaciones a este grupo de jardineros en formación.