POR PEPE MONTESERUN , CRONISTA OFICiAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Como ya conozco a los Magos, atravesé la cabalgata por donde pude y fui a Los Prados a ver “El gran showman”, un hombre que pierde su trabajo y monta un circo; musical regularcillo, grandilocuente, con un Hugh Jackman que canta mejor que actúa; de ahí pasé a la sala de “Wonderstruck”, un guión interesante, de sordos, contado muy bien desde la perspectiva de dos niños de distintas épocas, un niño en color y una niña en blanco y negro, que escapan de casa en busca de sus progenitores, y a quienes unen demasiadas casualidades.
Entretanto, la realidad local nos ofrece otra historia, la de un desesperado que cerró su mueblería de Montecerrao, embargada quizá por el Sabadell, para montar otro circo, es decir, atracar la sucursal de Bankia, en Uría.
Pensaba yo que más vale magia que fuerza, pero ni el séptimo arte ni, me consta, los Magos de Oviedo están como para tirar cohetes.
FUENTE. http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/desencanto_1.html