POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Ciento cincuenta y cuatro murcianos, en solo once años, murieron quemados vivos en las hogueras de la Inquisición. Y no ardieron en un escondido patio de la cárcel o en alguna oscura mazmorra. Se chamuscaron en plena calle, entre 1557 y 1568. Otros 52 parroquianos, …