POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)

Un numeroso grupo de parraguesas y parragueses nos reunimos hoy, día 8 de marzo, ante el Ayuntamiento de Parres para sumarnos a la celebración del Día de la Mujer.

Colectivos muy diversos representando a la sanidad, la educación, funcionarios, comerciantes, hosteleros, agrupaciones y público en general asistimos a mediodía a la lectura del manifiesto feminista leído por Carmen Fernández Menéndez en representación del Colectivo feminista de Mujeres del Oriente de Asturias, dentro del colectivo nacional.

Lo mismo hicieron las jóvenes Celia Palacios y María Salgado, del Grupo de Participación Juvenil de Parres.

Un manifiesto muy claro y extenso, que resumo así:

«Formamos parte de las luchas contra las violencias machistas, por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, por la justicia social, el trabajo digno, la vivienda, la salud, la educación, la soberanía alimentaria y la laicidad», indica el manifiesto del 8M, que recuerda también que con la fuerza colectiva se han «ido abriendo espacios y conseguido algunos cambios», pero que pese a ello, las vidas de las mujeres siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, la expulsión de nuestras viviendas, el racismo, por la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados».

«Formamos parte de las luchas que protagonizan mujeres que defienden:

-Acabar con las violencias machistas.

-Contra la justicia patriarcal.

–Para sacar el aborto del Código Penal.

-Contra el racismo y la xenofobia.

-Buscando el reconocimiento de los cuidados a personas que lo precisan.

-A favor de una vida digna.

-Acabar con la brecha laboral y salarial.

-Contra la precariedad laboral de las mujeres y migrantes.

-A favor de los derechos comunitarios”.

“Tenemos una propuesta positiva para que todas y todos, desde nuestra diversidad, tengamos una vida digna», alega el documento, que prosigue haciendo hincapié en que defiende una forma de convivencia propia, que hay que materializar con la colaboración de todas, unidas, fortaleciendo las alianzas con otros movimientos sociales.

Frente al «nosotros primero», planteamos: «nosotras juntas».