POR OSCAR GONZÁLEZ AZUELA, CRONISTA OFICIAL DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO).
El 27 de julio es el día internacional de la Sordoceguera, fundado para dar conciencia a esta parte de la población, en torno a la fecha de nacimiento de la reconocida activista norteamericana Hellen Keller. En México no se iluminaron monumentos ni se tendieron banderas multicolores como el día de ayer, aunque en el Parque Hundido, notablemente señalado por dar abrigo a población clasemediera, ahí sí se juntaron personas con ese padecimiento acompañados por sus familiares, quienes tejieron parchecitos que unidos cubrieron un monumento existente en el lugar.
Vi cruzar coches cubiertos con estos tejidos que tocaban su bocina para hacer notar su paso; asombrado aprecié a Alexander y a Andre, bailarines con discapacidad auditiva interpretando magistralmente el Son de la Negra; escuché la dulce voz de un ángel llamado en esta tierra Aisha así como al tenor Alan Pingarrón con varias arias operísticas terminando su reto para esta mañana oscura y lluviosa con “Oh Sole Mío”.
Frente al busto de Dolores del Río, enrebozada, se vivía la metáfora de esta población, ignorada de manera cotidiana, alzando la frente con gran dignidad; por supuesto que, acostumbrados a remar río arriba, un simple chipihipi no los iba a detener.
Qué orgullo ver en medio de esa organización en la que participan tantas fundaciones a una pieza pequeñita pero fundamental, mi hija Paty, corazón que inspira, que apasiona y hace latir voluntades más allá de las fronteras de “la Benito Juárez”; qué orgullo hija, veo tu inteligencia, valentía y bondad en todos tus actos, no podría decir cuál es mayor que otra; también el recuerdo de tu hermano en cuya memoria tratas de dar a otro lo que él ya no tuvo; estas pequeñas grandes causas hoy te dan plenitud, mañana trascendencia.