POR FRANCISCO PUCHA JUÁREZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDESIMONTE (SEGOVIA)
Es 21 de abril, ya es primavera, revientan los capullos de las flores, explota el amor de los amores, gorjean los mirlos y ruiseñores, y este humilde hacedor de versos no sabe qué decir en este día para rendir vasallaje a la poesía. Sólo he sabido copiar aquí estos versos, condensados en tres sonetos de un poeta desconocido.
EL CUERVO Y LA PALOMA
I
Pensaba el negro cuervo en la paloma:
¡qué bonito plumaje y que blancura
adorna a esa preciosa criatura
desde que al alba su ropaje asoma!
Pobre de mí, que mi negrura toma
triste aspecto de pena y de amargura,
y asustarla podría en mi locura
de aspirar al reflujo de su aroma.
Bello cuervo, ¡qué hermoso es tu plumaje
brillante con destellos de azabache!,
pensaba la paloma de su traje.
Quisiera estar envuelta en tu ropaje
de tan suave y vistosa seda azache,
y juntos emprender un largo viaje.
EL CUERVO
II
Yo no puedo aspirar paloma mía
a que seas mi eterna compañera;
y ese viaje que dices, bien quisiera
hacerlo, mas sería una utopía.
Con tan negro plumaje, ¿quién diría
que podemos pasar la vida entera
siendo tú de mi amor la prisionera,
viendo yo tu blancura cada día?
Yo te amo le responde la paloma
no me importa el color de tu plumaje
sólo verte desde que el sol asoma.
El amor vence todo entre las gentes
no importan los colores de su traje
para hacer que no sean diferentes.
LA PALOMA
III
No intentes rechazarme, amado mío,
pues sólo quiero amarte, y yo quisiera
a tu lado pasar la vida entera,
fundidos, como el cauce con el río.
No es este amor un loco desvarío
ni arrebato de fiebre pasajera
ni es una flor abierta en primavera,
es la pasión de un corazón vacío.
Yo también te adoro, vida mía,
a tu explosión de amor caigo rendido
mas, ¿no piensas que es pronto todavía?.
No quiero sufrir más este desvelo,
sin vivir este sueño compartido;
y juntos emprendieron raudo vuelo
F.P.