POR JOSÉ SALVADOR MURGUI. CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Casinos: el mes de mayo nos evoca la fecha del nacimiento de nuestro pueblo, nos lleva a la reivindicación del «Villazgo», a la consecución de nuestro término municipal. Casinos nace como pueblo. En toda esa cadena que resume ese acontecer, siempre hay un nombre, o varios nombres, que marcan el trazado del rumbo de la historia, ese hombre es JUAN ROCHER.
Hoy en este diario que cada día presento, transcribo las actas de la «Caja de Quintos de la provincia de Valencia», «Reemplazo de 25.000 hombres en 1841» en el Partido de Villar del Arzobispo, y el pueblo de Casinos, en la que podemos leer:
«Juan Rocher, Alcalde, Miguel Murgui, Síndico y José Muñoz, Secretario interino del Ayuntamiento Constitucional del Pueblo de Casinos:
Certificamos que en el expediente de quintas formado para este Ayuntamiento de este pueblo, para el reemplazo del Ejercito del presente año con arreglo a la ordenanza vigente y demás ordenes posteriores, aparece la acta para la declaración de soldados que celebró el referido Ayuntamiento en el día catorce de noviembre último previas las formalidades correspondientes, que a la letra dice así:
Acta de Declaración de Soldado
En el pueblo de Casinos, a los catorce días del mes de noviembre año mil ochocientos cuarenta y uno, juntos y congregados los señores Juan Rocher Alcalde, Don Manuel Pagán y Gaspar Usach, Regidores, y Miguel Murgui, Síndico, componentes mayor parte del Ayuntamiento Constitucional del mismo para los efectos prevenidos en el Acta anterior, teniendo a la vista la Ordenanza de reemplazos del Ejercito vigente, y demás que tratan de la materia, a presencia de Miguel Gerónimo Latorre y Pascual Murgui, testigos de movidad, y del oficio Don Simeón López, y medidores Andrés García y Miguel Usach, se dio principio a la lectura de esta ordenanza en especial de lo que previene el Capítulo octavo y en cumplimiento de lo prevenido en el artículo cincuenta y ocho hallándose también presentes los mozos interesados con sus padres.
Se llamó a Timoteo Alegre que sacó el número primero del sorteo practicado en este expediente de primera mente desde la edad de diez y ocho años a diez y nueve, hijo de Crisóstomo y de Gertrudis Hernández, quien medido que fue por los referidos medidores señalaron la talla de cinco pies y dos pulgadas de la media, acto seguido por este mozo se expresó ser hijo de viuda pobre a la que mantenía con su trabajo, por lo que debía declararle por excluido, además alega por excepción física de hallarse padeciendo una ernia (sic.) y le expone también del servicio en cuya visita el Presidente y demás concejales mandaron al juicio lo reconociere, lo que practicado bajo el juramento que prestó en debida forma de decir la verdad dijo que en efecto, el mozo Timoteo Alegre se hallaba padeciendo al presente una ernia (sic) inguinal incompleta, y en la actualidad le exime del servicio de las Armas, aunque en lo sucesivo podía esperarse su curación; oído los mozos interesados, y manifestando no tener que exponer alegación por ser cierto cuanto ha expuesto el Alegre, el Sr. Alcalde Presidente con el Ayuntamiento, visto el parecer del Sindico acordaron de declarar por ahora exento del servicio de las Armas a Timoteo Alegre.»
Acto seguido fueron presentados el resto de los mozos: «José Murgui y Alegre, hijo de Antonio y Vicenta Alegre de diez y ocho años de edad; Leandro Hernández, hijo de Miguel y de Francisca Castellano de diez y nueve años; Liborio Ponz, hijo de Miguel y Francisca Blay, de diez y nueve años de edad; Bruno Esteve, hijo de Miguel y de Hilaria Murgui de diez y nueve años de edad; Juan Romero, hijo de Diego y de María Murgui de diez y nueve años de edad; Gregorio Morató, hijo de Miguel y de Felisa Latorre de diez y nueve años de edad; Miguel Esteban, hijo de Bernardo y de María Usach de diez y nueve años; Vicente Ibáñez, hijo de Vicente y de Manuela Sancho de diez y nueve años de edad; Victoriano Navarro, hijo de Miguel y Manuela Hernández de diez y nueve años; Vicente García Ten, hijo de Vicente y María Ten de diez y ocho años de edad.
Para completar el número de sustitutos que ordena el artículo cincuenta y seis se pasó a llamar a Eusebio Casinos, hijo de Blas y de María Muñoz de veinte años de edad y fue declarado exento. Miguel Hernández: hijo de Miguel y Francisca Castellano; Joaquín Feltrer, hijo de Joaquín y Estevana Murgui, de veinte años de edad.
en cumplimiento de lo mandado en el Art. 76 de la ordenanza, damos la presente en Casinos a nueve días del mes de diciembre de mil ochocientos cuarenta y uno.
El Alcalde Constitucional -Presidente: Juan Rocher; El Síndico, Miguel Murgui. El Secretario José Muñoz.»
Siempre sorprende descubrir documentos que van completando los eslabones de la cadena que estructuran el acontecer histórico de Casinos, la mano de aquellos hombres justos, equitativos, incluso disciplinados, que contra viento y marea, lucharon por llegar a una meta que abre la puerta a una comunidad que pasó de «más» a poblado, a villa, aldea, municipio, pero que jamás perdió ni su rumbo, ni su norte, para consagrarse como ese suelo, esa tierra sagrada que nos ha visto nacer y crecer, que se llama ¡CASINOS!