POR JOSÉ SALVADOR MURGUI. CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Hablamos estos días del acontecer ocurrido hace cincuenta años. Un momento tan esperado como importante, era la noche del tercer día de pascua. La tradición marcaba que esa noche a la medía parte del baile que se celebraba en el salón de arriba del Bar Musical, en aquella amplia y diáfana sala con grandes ventanales (sin cortinas) y miradores abiertos a la calle entonces bautizada con el nombre de Nuestra Señora de la Merced, esquina con la calle de la Balsita, que se utilizaba para ensayar , para bodas y convites, para bailar, y grandes acontecimientos, esa noche era el anfiteatro donde se nombraban las Reinas Musicales y sus Cortes de Honor.
En primer lugar el Presidente de la Sociedad de aquel año Ismael Murgui Pomer, subía al escenario para designar a la Corte de honor infantil, que la formaban las niñas: María Pilar Tomás Marqués, Rosa Niñerola Marqués, María Enriqueta Cerverón Murgui, Rosa María García Jarrín, María Esperanza Martínez Lázaro y Carmen Esteban Aparicio. La última en ser nombrada era la Reina Infantil que ese año fue la niña Mari Carmen Sanchis Martínez, que siendo niña, solía en esta ocasión puntual estar en el baile y era obsequiada con una caja de bombones.
Después se nombraba a la Corte de honor mayor, integrada por las simpáticas señoritas: Fernanda Abujas Rodríguez, Carmen Hurtado Murgui, Consuelo Pérez Sánchez, Mari Carmen Severino Sánchez, Paquita Rufa Giménez, María Cruz Pérez Cerverón y Asunción Murgui. La última parte del acto era proceder al nombramiento de la Reina musical que aquel año fue la señorita Amelia Albalat Murgui.
La Reina era obsequiada con un ramo de flores y se le dedicaba el primer pasodoble de la segunda parte del baile que solía ser «Valencia» de Padilla, con lo que se animaba esta parte de la fiesta cargada de entusiastas felicitaciones y alegría para las niñas y señoritas elegidas.
A partir de ese momento, empezaba a ponerse en marcha todo el engranaje para preparar la Presentación y proclamación de las Musicales, acto que se hacía en el Cine moderno, el miércoles por la noche víspera de la fiesta de la Asunción. Las Reinas Musicales vestían de blanco y las cortes de honor, con trajes de valenciana. No faltaron ni las coronas, ni las bandas, ni los ramos, ni las tracas. Esa noche era mágica.
En 1970 fue el miércoles 6 de mayo cuando se celebró la velada artístico musical, con asistencia de las Autoridades locales, Presidente de la Federación Regional de Bandas de Música y Juntas directivas, así como un numeroso público que llenaba nuestro añorado teatro. El mantenedor del acto fue Ángel Asunción Rubio, Delegado de Relaciones Públicas de la Federación Regional de Sociedades Musicales el que según palabras de A. D. en el periódico Levante expresó: «El Mantenedor pronuncio un brillante discurso, exaltando el arte musical y el singular mérito que alcanza la dedicación a la música por los entusiastas aficionados que nutren nuestras bandas. El señor Asunción Rubio fue muy aplaudido al término de su disertación.»
Esa noche en el teatro cine Moderno, en primer lugar se efectuaba la despedida de las Reinas musicales salientes, y sus correspondientes cortes de honor, para las que el Presidente de la Sociedad, tuvo frases de elogio y agradecimiento por la importante y eficaz labor llevada a cabo durante su reinado.
El acto, una vez proclamadas y coronadas las Reinas, las niñas recitaban simpáticas poesías, costumbre que se ha mantenido hasta nuestros días. Finalmente, la Banda Unió Musical Casinense, interpretaba un magnífico concierto, dirigido por D. Amador Martínez Faubel, mereciendo los unánimes aplausos del público.
Después en un vistoso pasacalle se acudía a casa de la Reina infantil, donde se servía el vino de honor, con toda clase de pastas típicas y vinos generosos de Casinos, y la Banda interpretaba una pieza musical para despedir el ágape.
Al día siguiente, de buena mañana otra vez a vestirse todas de valencianas, porque había que salir a la «replega» y al finalizar ésta, toda la comitiva se reunía en casa de la Reina Musical mayor, para otro vino de honor, siguiendo la misma liturgia protocolaria de la noche anterior, salvo que como era a la hora de comer, el dulce se sustituía por salado, y los vinos generosos por cervezas, vino de mesa de Casinos, y refrescos. La música sonaba con fuerza a esa hora para animar el final de una apretada mañana.
Aún quedaba otro acto para la tarde, y era la Ofrenda de flores a la Inmaculada, que organizaban las Clavariesas de las Hijas de María. Pero esa crónica, forma parte de otra fiesta que comentaré en su día.
La Junta Rectora de la Unión Musical Casinense, elegida el veintiséis de enero de mil novecientos setenta estaba formada por el Presidente: D. Ismael Murgui Pomer; Secretario: D. Rafael Usach Muñoz; Tesorero: D. Vicente Marz Veintimilla; Contador: D. Vicente Fernández Ten; Archivero: D. Francisco Soriano Usach; Vocal 1º: D. Ricardo García Genovés; Vocal 2º: Joaquín Navarro Plaza; Vocal 3º:D. José Escrich Dolz; Vocal 4º: D. Joaquín Murgui Usach; Vocal 5º: D. Vicente Martínez Sánchez; y Vocal 6º: D. Víctor Pomer Muñoz, a ellos el recuerdo merecido de las brillantes notas musicales que se escribieron en Casinos en los años de su digna gestión.