POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
Crítica de Ricardo Labra, en El Cuaderno, acerca de mi obra y el «Diccionario humorístico de un escritor». Pinchad el enlace. Acá el párrafo final:
El lector se queda boquiabierto ante sus páginas, como si en cada una de ellas contemplase un poema objeto de Joan Brossa. Ante esta impresión de índole estética cabe preguntarse si esta obra es producto de un escritor, de un gramático o de una mente genialoide que trata de ofrecernos un antídoto para uno de los grandes males de estos tiempos líquidos: la liviandad.
Pepe Monteserín, en su Diccionario humorístico de un escritor, aspira a la totalidad, a encuadernar el universo, por lo que no deja de sorprender al lector, de asediarle, de interrogarle y también de cuestionarle en sus trasuntos más circunstanciales, pero también en aquellos que pueden considerarse esenciales. Su escritura, aderezada siempre con sabio humor, no es la de un humorista, sino, en todo caso, la de un genial provocador.