POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El frio aprieta y el vareo trabaja. Por la resolana de los días llegan los manantiales de la molienda. La aceituna se desangra en un parto generoso para traernos su gloria líquida. Machado, triturado, capachos, alpechín, almazaras y molinos. Está aquí, llega, la muy antigua, ilustre, venerable, madre y patrona de nuestra dieta, preservadora de nuestro organismo, maestra y virgen de nuestra cocina. Seas bienvenida, aceite. Elaborada en las antiguas almazaras, viejos lagares y molinos de aceite, que oficiaban en la Rinconá del Pozo Nuevo, la hoy calle Valdelacalzada, Puerta del Sol y Reyes Católicos, bajo el nombre de Ntra. Señora del Carmen que dio nombre a la actual urbanización El Molino.