POR PEPE MONTESRIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASURIAS)
Nos hablaba Javier Muguerza, en La Laguna, año 1972, en la clase de Fundamentos de Filosofía, de los ciclos dialécticos, de la espiral ascendente del progreso y la superación, de cómo la historia se repite en un estadio superior, y en nuestras discusiones sobre la evolución humana y el rol de la mujer en la sociedad,.
Algún antropólogo aseguraba que, en el principio de los tiempos, tanto la mujer como el varón amamantaban a sus crías (también los murciélagos); luego, con el reparto de tareas, las tetas de los hombres se atrofiaron, de ahí el vestigio de nuestros pezones inútiles.
No obstante, el cambio social que al galope sobreviene con la emancipación de la mujer y su entrada despampanante en el mercado laboral volverá a meternos en casa para cuidar a nuestras crías, y, en esta espiral más que dialéctica de la que hablaba Muguerza, ¿podéis creer que ya me veo dando el pecho a mis nietos?.
Fuente: http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/do-de-pecho.html