POR PEDRO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE DOS HERMANAS (SEVILLA)
DEDICATORIA:
A QUIENES NO QUIEREN ENTERARSE DE QUE “la verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se piense al revés”, con la reflexión añadida de que “si cada español hablase de lo que entiende, y de nada más, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio” (Antonio Machado)
(RECORDANDO UNA VEZ MÁS una información de interés, de pluma no española, ni torpe, ni interesada, y además en idioma oficial de la O.N.U., en vista de que menospreciando la admirable historia de España hay en los tiempos que corren tantísimos ignorantes y otros muchísimos tontos útiles, y no solo en España:
The discovery of America, and that of a passage to the East Indies by the Cape of Good Hope, are the two greatest and most important events recorded in the History of Mankind (Adam Smith: The Wealth of Nations. London 1776)
En muchas ocasiones en nuestra vida coincidimos con personas especiales y no nos damos cuenta de que lo son hasta que faltan. En el día a día del trato personal la excepcionalidad no se aprecia, la normalidad del comportamiento y la coincidencia con actividades rutinarias de las personas igualan a todo el mundo. Viene a cuento de esta reflexión la anécdota que contaba Antonio Burgos, que indicándole a alguien el mérito extraordinario del escultor don Antonio Cano, con quien se cruzaron en la calle, su interlocutor le mostraba su extrañeza ante tal mérito “porque todas las mañanas lo veía tomándose tranquilamente un café y una tostada en la cafetería al lado de su casa”.
Seguramente los lectores de esta veterana revista pueden enumerar más de una persona olvidada y digna de recordar y de ser tenida en cuenta en la historia de la Ciudad. No solo de artistas o deportistas vive la memoria utrerana, aunque lo parece, quizás porque la proyección pública de quienes se dedican a estas actividades supone un plus de memoria que ayuda a recordarlos. Pero hay otras muchas personas que han vivido en Utrera o han tenido relación con nuestro pueblo y han dejado un buen recuerdo en el ambiente en el que se movieron. Y lo han dejado casi siempre sin proponérselo, con humildad franciscana. Una de estas personas es, por citar un caso, el buen amigo Manuel Marín Campos, recientemente fallecido, una de nuestros escritores más prolíficos y elegantes, que tanta atención le dedicó a la investigación de la historia de Utrera y de sus personajes más relevantes, que tanto pregonó las excelencias de la Ciudad y, a pesar de ello, incomprensiblemente, tan poco correspondido. Utrera ha sido incapaz de darle en vida el merecido reconocimiento público.
Pero ahora quiero destacar a otro buen utrerano adoptivo, don Juan Manzano Manzano. Su memoria vive en Utrera a través de su hijo Juan Manzano Fernández-Heredia, jurista, emprendedor y de una capacidad de organización muy destacada, que quedó de manifiesto en su intervención en acontecimientos importantes de la Ciudad, como el Centenario de la Virgen de Consolación o en el seno de una Institución tan utrerana como el Hospital de la Santa Resurrección.
Pero me quiero referir a don Juan Manzano Manzano, que nació en Madrid el 31 de octubre de 1911. Tras obtener el título de Licenciado en Derecho, siguió vinculado a la Universidad de Madrid como Profesor auxiliar en la Cátedra de Rafael Altamira donde le sorprendió la Guerra Civil. En 1940 ganó la Cátedra de Historia del Derecho Español de la Universidad de Sevilla, donde fue maestro de muchas promociones de destacados juristas, abogados y Catedráticos y, entre otros, un Presidente del Gobierno de España y otro Presidente de la Junta de Andalucía. Cátedra la suya de la que por cierto formaba parte como Profesor Adjunto el ilustre jurista alcalareño don Juan Moya García, que en su primera clase le dedicaba siempre una atención especial a los alumnos que provenían de los Salesianos de Utrera.
Don Juan fue Vicedecano de la Facultad de Derecho, Director del Colegio Mayor Hernando Colón y entre 1954 y 1956 desempeñó el Rectorado de la Universidad de Sevilla. En 1964, en concurso de traslado obtuvo la Cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de Madrid, que simultaneó con la docencia de Derecho Indiano en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense y la Dirección del Colegio Universitario San Pablo – CEU. A la jubilación del profesor García Gallo ocupó la dirección del Departamento de Historia del Derecho de la Complutense y en Madrid falleció el 9 de julio de 2004.
SU RELACIÓN CON UTRERA. –
Los vínculos de don Juan Manzano con Utrera no pueden ser más intensos. En efecto, en Utrera estudió el bachillerato y aquí contrajo matrimonio con María Josefa (Pepita) Fernández de Heredia y Deiró, de una relevante familia utrerana. En efecto, el padre de su esposa fue Francisco Fernández- Heredia y Listrán, de quien nos da cumplida semblanza biográfica precisamente Marín Campos [1]. Fue Juez Municipal de 1924 a 1926 y Alcalde de Utrera de 1924 a 1926, en el periodo de don Miguel Primo de Rivera, acreditando su buen hacer y su capacidad organizadora participando en la creación en Utrera del partido político Unión Patriótica, de orientación derechista, implicándose en la política local y nacional de forma que se le definió como “persona de elevada talla moral, clara inteligencia y excepcionales condiciones humanas”. Tan extraordinarias virtudes no se tuvieron en cuenta al advenimiento de la guerra civil, y el día 23 de julio de 1936, antes al contrario: fue detenido por individuos del Frente Popular, que lo trasladaron a los calabozos del Ayuntamiento, donde se encontraban otros destacados personajes utreranos, y allí fue asesinado el domingo 26 de julio de 1936, horas antes de que fuera ocupada la Ciudad por las tropas sublevadas al mando de los Comandantes Gómez Cobián y Antón Orejuela [2].
Pues bien, el matrimonio se instaló en Sevilla y tuvieron 10 hijos. Y su relación con Utrera fue estrechísima. Aquí seguía vivienda la familia de su esposa, su hermana Sofía en la calle Finita (Alcalde Fernández-Heredia) esquina a la calle don Clemente de la Cuadra. Don Juan mantenía una relación cordial con los Salesianos y en muchas ocasiones presidía la ceremonia de entrega de Premios al finalizar el curso en el Colegio Ntra. Sra. Del Carmen.
EL INVESTIGADOR COLOMBINO.-
Don Juan Manzano pasó a la historia como el máximo experto en la gesta de Cristóbal Colón, a cuya investigación y estudio dedicó muchísimas horas en los Archivos, sobre todo en el Archivo de Indias, fruto de las cuales fueron numerosas publicaciones, destacando sus libros: La incorporación de las Indias a la Corona de Castilla (1948), Historia de las Recopilaciones de Indias (1950; reeditada en 1991), Cristóbal Colón: siete años decisivos de su vida: 1485-1492 (1964 y 1989 Ed. Cultura Hispánica), Colón descubrió América del Sur en 1494 (1972), Los Pinzones y el descubrimiento de América (Ed, Cultura Hispánica / AECI), y sobre todo Colón y su secreto: el Predescubrimiento (1976 y Ed. Cultura Hispánica / AECI 1989).
El Predescubrimiento es el documentado estudio de Manzano sobre un debatido precedente del viaje de Colón “a las Indias”, que no iría al azar sino perfectamente informado, porque habría conocido a un comerciante que llegó antes que él. El testimonio lo facilita el Padre Las Casas, que decía que “una carabela o navío que había salido de un puerto de España y que iba cargada de mercadería para Flandes o Inglaterra, o para los tractos, la cual, corriendo terrible tormenta, y arrebatada de la violencia e ímpetu de ella, vino diz que, a parar a estas islas y que aquesta fue la primera que las descubrió”. El nombre del Predescubridor, Alonso Sánchez de Huelva, lo facilitó Gómez Suárez de Figueroa, precisamente llamado Inca Garcilaso de la Vega. Manzano lo investigó muy a fondo de tal manera que sentó cátedra sobre el asunto definitivamente en esta obra.
El profesor Sánchez-Arcilla Bernal retrata así el caso de Manzano [3]:
“Nadie es profeta en su tierra”, dice el refrán, encerrando, como la mayor parte de ellos, una verdad que sólo el saber popular es capaz de constatar. Esta aserción, con toda la crudeza que implica, es perfectamente aplicable a la vida de Don Juan Manzano. Porque si Don Juan Manzano —y me perdonará el lector el uso abusivo de dicho título, pues para mí con Manzano se nos ha ido uno de los últimos “Dones” de la Historia del Derecho español— hubiera nacido en Boston, Philadelphia, Birmingham o cualquier ciudad francesa, la noticia de su muerte hubiera abierto las ediciones de todos los telediarios y primeras páginas de los principales periódicos de tirada nacional, difundiendo la “irreparable desaparición de uno de los principales hispanistas y el mejor colombinista del mundo”. Pero así es nuestro país y principalmente en todo lo referente a la historiografía: parece que para saber Historia de España la mejor credencial es haber nacido fuera de ella. Lo más triste es que, cuando uno acude a oír a cualquiera de estos grandes “hispanistas” o lee alguna de sus “obras definitivas” sobre nuestra historia, puede comprobar el escaso bagaje de conocimientos que albergan, pero que no les impide cobrar grandes cantidades por conferencia o firmar millonarios contratos de edición. Muy otra hubiera sido la vida de Don Juan Manzano si, en lugar de nacer en Madrid, lo hubiera hecho fuera de España. Pienso que nuestro país no ha hecho justicia a Don Juan Manzano”.
EL HOMENAJE DE DOS HERMANAS.-
En pleno de 29 de enero de 1992 la Corporación nazarena acordó imponer a las calles de la Urbanización “Las Palmeras de Quinto o Condequinto” nombres relacionados con el Descubrimiento de América, para conmemorar el Quinto Centenario de tal hecho y en puertas de la Expo’92: Nao Santa María, Carabela la Pinta, Carabela la Niña, Fuerte Navidad, Juan Rodríguez Bermejo (“Rodrigo de Triana”), Atahualpa, Moctezuma, Tupac-Amaru, Malinche, Doctor Lázaro de Flores e Historiador Juan Manzano. El nombre de nuestro historiador –dice el acuerdo del Ayuntamiento nazareno- se le impone a la calle más principal de la Urbanización Condequinto, “en homenaje al historiador que más profundizó en las vicisitudes del descubrimiento de América y en la vida de su protagonista, Cristóbal Colón, amén de su prestigio científico como historiador del Derecho, Cátedra que desempeñó en la Universidad de Sevilla durante muchos años”.
El 21 de noviembre de 1999 tuvo lugar el acto solemne de inauguración de la calle, la más principal de la zona, con asistencia del homenajeado y su esposa, doña Pepita Fernández-Heredia, Catedráticos de la Universidad, la Directora del Archivo General de Indias doña Magdalena Canellas Anoz, investigadores, alumnos y amigos de don Juan. Presidió el acto el Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Dos Hermanas, don José López Guisado, que al ofrecer el homenaje dijo entre otras cosas que “el profesor Manzano carece de vinculación con nuestra Ciudad pero nosotros, en cambio, nos sentimos representados en su obra admirable. Y como el agradecimiento se demuestra con hechos, el Ayuntamiento de Dos Hermanas, dedicando una calle al “Historiador Juan Manzano”, rinde testimonio de admiración a una vida de trabajo infatigable, que quedará para siempre grabada con su nombre en un trozo del suelo nazareno”.
A continuación, pronunció un magistral discurso nuestro paisano el ilustre abogado Antonio Sousa Reina, ponderando con acertadas palabras la personalidad y la obra singular del homenajeado.
Cerró las intervenciones el Profesor Manzano, que dijo entre otras cosas:
“¡Que enorme y agradabilísima sorpresa fue para el que tiene el honor de dirigiros la palabra la recepción de esta inesperada y, para mí, muy importante y halagadora noticia. En mi ya larga andadura durante más de medio siglo por el ancho campo de la investigación americanista – en sus dos importantes sectores: primero, el de la historia jurídica indiana, y después, a partir de 1960, el propiamente colombino – muy pocas pocas veces he sentido una satisfacción tan honda, una alegría tan grande como la que embarga todo mi ser en el momento presente, al contemplar, dedicada por vosotros, una calle principal en la nueva urbanización Las Palmeras de Condequinto, de esta localidad sevillana, situada junto a la carretera que comunica a Sevilla con Utrera, construida precisamente -la urbanización– para honrar y enaltecer la gloriosa empresa del Descubrimiento de América…”.
Y añadió un entrañable recuerdo a Utrera:
“La razón de mi alegría especial en este momento es de carácter personal y me la proporciona también la especial situación de esta Urbanización, levantada junto a la carretera de Sevilla a Utrera, ruta o camino por el que yo tanto viajé también en los tiempos pasados: primeramente, cuando entre los años 1922 y 1928, teniendo mi domicilio en la ciudad de la Giralda, recorrí muchísimas veces el camino de Sevilla a Utrera y viceversa, por razón de mis estudios de Bachillerato que cursé en el Colegio Salesiano de Nuestra Señora del Carmen de Utrera; como también, que algunos años después, para visitar a una gentil y linda joven utrerana – Pepita Fernández-Heredia Deiró, aquí presente, esposa muy amada mía, con la que contraje matrimonio el 1 de julio de 1942, hace justamente cincuenta años.”
Y terminó dando las gracias a la representación municipal “de todos los colores y tendencias”, a los asistentes al acto y muy especialmente “al entrañable matrimonio formado por Antonio J. López Gutiérrez y Magdalena Canellas Anoz, su encantadora esposa”, Directora del Archivo General de Indias.
El Embajador de España don Manuel Prado y Colón de Carvajal se adhirió al homenaje “en honor del mejor historiador del Almirante”. Y el ilustre historiador don José de la Peña y Cámara, que fue Director del Archivo de Indias, remitió carta al Alcalde de Dos Hermanas el 20 de noviembre de 1999 refiriéndose a la “acertada y justa decisión, pues bien lo merece don Juan por su fecunda labor de investigación y por sus prendas personales”.
No es inoportuno recordar en estos días, donde hay tantísimo ignorantes y otros tantísimos aventureros de la política y auténticos filibusteros, la figura señera de don Juan Manzano y su obra admirable sobre la gesta colombina: Y más en los últimos días en que vemos cómo hay tantos miserables, unos nacionales de países que mucho le deben a aquellos esforzados españoles que llevaron a América la civilización y la fe y terminaron con las autóctonas prácticas caníbales y con las hecatombes rituales, y unos malos españoles que tratan de “pescar a río revuelto”, tergiversando la obra admirable de España en América, que los cronistas e historiadores de toda nacionalidad, época y condición, describen con justa admiración y que el tiempo, a pesar de los pesares, no hará más que magnificar.
Pedro Sánchez Núñez
Junio de 2020
NOTAS:
[1] Manuel Marín Campos, Utreranos con historia, Colección Temas Utreranos, Utrera 2005, pp. 203 – 205.
[2] José Díaz Arriaza y Javier Castejón Fernández,Utrera 1936 – Ocupación militar y represión, Ed. Muñoz Moya,Brenes, 2007
[3] José SÁNCHEZ-ARCILLA BERNAL: JUAN MANZANO Y MANZANO (1911-2004) en Cuadernos de Historia del Derecho 2004, 11 377-379: ISSN: 1133-7613