POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Amigos míos, temo que voy a meterme en un lío histórico-dulcero de los de «no te menees».
Pero, en fin, yo voy a «soltar mi rollo» aceptando humildemente todos los reproches y aclaraciones que vengan al caso.
El 8 de diciembre de 1854 el entonces Pontífice Pío IX (dicho en italiano «Pío Nono») proclamó, mediante la Bula Ineffabilis Deus, el dogma de la Inmaculada Concepción.
Documento, que como todos los de su rango y con ámbito universal, estaba redactado en latín.
Ya pueden ustedes suponer que la asturianía de a pie, y más en aquellos tiempos, no entendía tal «idioma», por lo que un presbítero, asturianista él y gran bablista, decidió traducir tal Bula al asturiano y darla a conocer a la feligresía.
Empieza así esa traducción:
«Píu, Obispu; siervu de los siervos de Dios.
Dios, que ye enfalatible, y les sos víes son la misericordia y la verdá, y la so sapiencia algama d´un cabu al otru con fortaleza y tolo dispón seliquino, de magar avistó dende tola eternidá la ruina llastimosa del xéneru humanu per mor de´l pecau d´Adán…»
Don Manolín, apodo cariñoso con que los ovetenses llamaban a don Manuel Fernández de Castro (1834-1905) fue el traductor de esa Bula. Fue rector del Seminario de Oviedo y desde 1899 Obispo de Mondoñedo, ciudad gallega donde falleció.
Y ahora viene el asunto de la polémica.
A tenor de lo que cuenta la prensa madrileña (15 de marzo de 1858), en recuerdo y honor de la proclamación del Dogma de la inmaculada, ya se elaboraban en la capital del reino algunos dulces con el nombre de «pío nono»), separadas las dos palabras. El ovetense, nacido en Zamora, don Leopoldo Alas «Clarín» cita en «La Regenta» (1888) el dulce «pionono», unidas ya las dos palabras.
Y héte aquí que en 1897 la granadina CONFITERÍA ISLA, de Santa Fe (ciudad donde siglos atrás firmaron las célebres Capitulaciones don Cristóbal Colón y los Reyes Católicos), también en recuerdo y honor de aquella declaración dogmática «inventa» los famosísimos y riquísimos PIONONOS DE SANTA FE.
Mi duda es: ¿Dónde radica la cuna «paritoria» de los piononos: en Madrid, en Oviedo, en Santa Fe?
Mi duda, que no es problema existencial alguno, busca una respuesta documentada. ¿Alguno de ustedes me la puede resolver?
¿Y cómo se elaboran los piononos? Así los hacen por Santa Fe:
Una fina lámina de bizcocho, humedecida en almíbar, se cubre con una capa de crema de yema (o de crema pastelera).
Se cortan rectángulos y se enrollan sobre sí mismos a modo de pequeños brazos de gitano.
Si disponen verticalmente en una fuente de horno y, cubiertos por arriba con un «bonete» de crema (a modo de tiara papal) hornean hasta tomar color dorado. Véase la foto de los piononos de Confitería Isla.
En Asturias se presentan de otro modo. Ya hechos los rollitos, se disponen horizontalmente y se espolvorean con azúcar glas hasta cubrir (sotana blanca paapal) y con un hierro candente se requeman diagonalmente unas líneas del baño azucarado.