
POR ADELA TARIFA, CRONISTA OFICIAL DE CARBONEROS (JAÉN)
Hace poco fui a visitar a un matrimonio amigo. Rozan los 90 años, pero se les ve felices. Él me confesó que lo que le impulsa a vivir es no dejar sola a su mujer, que lo necesita mucho. Me emocioné al oírlo. Si hay algo que deprime es compartir un rato con parejas que andan a la gresca, cosa más que frecuente en la madurez. Todo lo contrario sucede cuando tras una vida de convivencia, triunfa el Amor, con mayúscula. Porque nos empeñamos en complicarnos la vida, pero si vas eliminando lo superfluo, al final son pocas las cosas que de veras importa. Una de ellas es sentirse acompañado, útil, y amado. Ya lo dijo San Juan de la Cruz: al atardecer nos examinarán de amor.
Volvía de esta visita cuando me crucé con un conocido, sacerdote. De pronto, me vino a la cabeza el cura de la infancia. Se llamaba Don Paco. Su edad, imprecisa. Lo recuerdo más bien viejo, delgado, con su sotana y coronilla. Y con una mano extendida cuando te lo cruzabas. Acariciaba la cabeza de los niños, y le besábamos la mano. Eran un alma de Dios, que dejó huella. Yo creo que era feliz, no solo porque era cura vocacional, sino porque practicaba lo que predicaba. Pasaba mucho tiempo en la sacristía, recibiendo al que lo necesitaba; y en el confesionario, que era casi un gabinete sicológico. Por lo que pude saber, no agobiaba a nadie con escrúpulos de conciencia. Comprendía las debilidades humanas, acaso porque estaba harto de escuchar tristezas, remediar miserias, y de enterrar niños, que entonces se moría a porrillo. Don Paco sabía que su presencia en el pueblo era importante. Que daba ilusión a sus parroquianos en tiempos oscuros. Por ejemplo, puso unos altavoces en la torre de la iglesia desde la que emitía por las tarde canciones dedicadas, acompañadas de anuncios, y mensajes. Las mujeres se subían a coser a los “terraos”, para oír los programas. Las primeras comuniones las organizaba con detalles poco comunes en tiempos de tanta precariedad. Tras la ceremonia, invitaba a chocolate y buñuelos en su casa. Ahí, en su casa, había otro motivo de felicidad para Don Paco, porque vivía con dos hermanas solteronas que lo adoraban, y él a ellas. En mi familia las llamábamos “las titas”, por ser parientes de mi abuela María. Más de una vez fui de visita con ella, y allí, en la mesa de camilla, con brasero de picón, se sentaba don Paco con sus hermanas, platicando hasta el anochecer. Su huerta era un lugar siempre abierto. Instaló una gruta con la imagen de la Virgen. Cientos de veces recorrimos aquella vereda llena de flores para rezar, cuando estábamos en apuros. Aunque la niña mimada de don Paco era la Virgen de la Esperanza, nombre ideal para tan malos tiempos. O sea que don Paco era un cura feliz, aunque ganara poco; porque se sentía útil, no estaba solo, y tenía amor.
Hoy las cosas no son ni parecidas. Los curas se miran con cierta distancia. Los terribles pecados de unos pocos, sobre todo en temas de pederastia, los están pagando todos. Los seminarios están casi vacios, y las iglesias apenas se llenan en domingo. Hoy hay que ser muy fuerte, o muy débil, para meterse a cura. Hoy la mayoría de los curas no tienen una hermana soltera que les ofrezca calor de hogar. Hoy no notan tan cercano el amor de los demás. Hoy los curas viven solos, siguen mal pagados y son poco valorados socialmente. Encima se les exige que no tenga esposa, ni hijos. Se les condena a una vejez triste, me parece. Yo, que no soy una buena católica creo que el nuevo Papa, tan renovador, tiene que tocar el asunto del celibato eclesiástico y el sacerdocio de la mujer. Si el Cristianismo es amor, no se puede obligar al cura a renunciar al amor de una mujer, unos hijos y nietos. A una vejez a solas con Dios. Además, si el Matrimonio es Sacramento ¿qué mal hay en que se case un cura? Es que los tiempos de Don Paco, mi cura, no volverán. En su huerta ya no está la Virgen, ni hay nadie que rece. Han construido una piscina pública y un Centro de Salud. Su casa es el tanatorio municipal. Menos mal que Don Paco no lo sabe. Se volvería a morir, de pena. Dice mi papelera.
Fuente: Diario IDEAL. Jaén, 6 de agosto de 2015
Archivos
- Elegir el mes
- marzo 2025 (271)
- febrero 2025 (350)
- enero 2025 (412)
- diciembre 2024 (392)
- noviembre 2024 (403)
- octubre 2024 (413)
- septiembre 2024 (274)
- agosto 2024 (294)
- julio 2024 (465)
- junio 2024 (457)
- mayo 2024 (481)
- abril 2024 (433)
- marzo 2024 (500)
- febrero 2024 (400)
- enero 2024 (463)
- diciembre 2023 (474)
- noviembre 2023 (463)
- octubre 2023 (461)
- septiembre 2023 (416)
- agosto 2023 (420)
- julio 2023 (410)
- junio 2023 (433)
- mayo 2023 (460)
- abril 2023 (478)
- marzo 2023 (476)
- febrero 2023 (428)
- enero 2023 (433)
- diciembre 2022 (441)
- noviembre 2022 (400)
- octubre 2022 (404)
- septiembre 2022 (421)
- agosto 2022 (413)
- julio 2022 (434)
- junio 2022 (429)
- mayo 2022 (436)
- abril 2022 (451)
- marzo 2022 (440)
- febrero 2022 (402)
- enero 2022 (402)
- diciembre 2021 (406)
- noviembre 2021 (402)
- octubre 2021 (373)
- septiembre 2021 (336)
- agosto 2021 (318)
- julio 2021 (307)
- junio 2021 (292)
- mayo 2021 (288)
- abril 2021 (264)
- marzo 2021 (274)
- febrero 2021 (266)
- enero 2021 (280)
- diciembre 2020 (300)
- noviembre 2020 (252)
- octubre 2020 (281)
- septiembre 2020 (264)
- agosto 2020 (290)
- julio 2020 (353)
- junio 2020 (375)
- mayo 2020 (428)
- abril 2020 (389)
- marzo 2020 (375)
- febrero 2020 (399)
- enero 2020 (386)
- diciembre 2019 (393)
- noviembre 2019 (472)
- octubre 2019 (392)
- septiembre 2019 (377)
- agosto 2019 (374)
- julio 2019 (451)
- junio 2019 (427)
- mayo 2019 (447)
- abril 2019 (471)
- marzo 2019 (634)
- febrero 2019 (589)
- enero 2019 (639)
- diciembre 2018 (248)
- noviembre 2018 (332)
- octubre 2018 (334)
- septiembre 2018 (200)
- agosto 2018 (157)
- julio 2018 (238)
- junio 2018 (234)
- mayo 2018 (208)
- abril 2018 (262)
- marzo 2018 (257)
- febrero 2018 (228)
- enero 2018 (333)
- diciembre 2017 (265)
- noviembre 2017 (309)
- octubre 2017 (362)
- septiembre 2017 (318)
- agosto 2017 (253)
- julio 2017 (270)
- junio 2017 (338)
- mayo 2017 (322)
- abril 2017 (301)
- marzo 2017 (355)
- febrero 2017 (378)
- enero 2017 (333)
- diciembre 2016 (439)
- noviembre 2016 (616)
- octubre 2016 (417)
- septiembre 2016 (283)
- agosto 2016 (269)
- julio 2016 (270)
- junio 2016 (390)
- mayo 2016 (420)
- abril 2016 (398)
- marzo 2016 (368)
- febrero 2016 (385)
- enero 2016 (367)
- diciembre 2015 (396)
- noviembre 2015 (328)
- octubre 2015 (364)
- septiembre 2015 (285)
- agosto 2015 (260)
- julio 2015 (281)
- junio 2015 (293)
- mayo 2015 (283)
- abril 2015 (303)
- marzo 2015 (347)
- febrero 2015 (326)
- enero 2015 (333)
- diciembre 2014 (355)
- noviembre 2014 (391)
- octubre 2014 (380)
- septiembre 2014 (226)
- agosto 2014 (177)
- julio 2014 (200)
- junio 2014 (234)
- mayo 2014 (281)
- abril 2014 (299)
- marzo 2014 (267)
- febrero 2014 (284)
- enero 2014 (244)
- diciembre 2013 (209)
- noviembre 2013 (246)
- octubre 2013 (232)
- septiembre 2013 (209)
- agosto 2013 (180)
- julio 2013 (219)
- junio 2013 (107)
- abril 2013 (1)
- enero 2013 (1)
- junio 2012 (1)
- diciembre 2011 (1)
- noviembre 2011 (4)
- marzo 2010 (2)
- febrero 2010 (1)
- marzo 2008 (105)
- febrero 2008 (67)
- enero 2008 (68)
- diciembre 2007 (48)
- noviembre 2007 (27)
- octubre 2007 (31)
- septiembre 2007 (17)
- agosto 2007 (22)
- julio 2007 (8)
- junio 2007 (5)
- mayo 2007 (22)
- abril 2007 (30)
- marzo 2007 (14)