La Revista de Investigación del Archivo Diocesano de Astorga (León) “Notas de Archivo” que dirige don Miguel González García, director del mismo, en su número 3, año 2023, ha publicado mi trabajo arriba referenciado, al que se le destinan veintitrés páginas.

Agradezco la publicación que va más allá de las fronteras extremeñas. Don Santiago Delgado (natural de Benavides de Órbigo, León) fue cura regente de la parroquia de San Pedro Apóstol y arcipreste de Montijo desde 1887-1895, por traslado desde Olivenza, falleciendo en Montijo, en su casa de la calle Carreras, el 3 de noviembre de 1895, a la edad de 52 años de una fiebre infecciosa ulceral.

Pero antes de Olivenza y Montijo estuvo destinado en Val de San Lorenzo; fue capellán castrense del Regimiento de Burgos; pasó las parroquias toledanas de Valdeverdeja y Torrico, siendo capellán del duque de Frías en Oropesa.

Don Santiago Delgado, en Olivenza, fue párroco de San María Magdalena y copropietario del semanario ‘El Oliventino’, del que era director don Manuel Aguilar Gallegos, párroco de Santa María del Castillo, arcipreste de Olivenza y canónico de la S.I. Catedral de Badajoz. Don Santiago Delgado publicó varios artículos, algunos de hondo calado pastoral, social e histórico. También escribió en los diarios El Recreo, Guadiana y Nuevo Diario de Badajoz.

Durante los ocho años que vivió en Montijo escribió en el semanario “La Cotorra”, la dirección le dedicó un obituario publicado el 10/XI/1895. El artículo que publicó en el número 5 del semanario montijano, lo tituló “Carta abierta”, en el que demostró cumplidamente como no son incompatibles las doctrinas del cristianismo con la ciencia, el progreso y la democracia.

En Montijo impulsó la Venerable Orden Tercera de San Francisco, la Conferencia de San Vicente Paúl y la Asociación Hijas de María. Su firma aparece dando el beneplácito a las cuentas que les presentó Álvaro Sánchez Barrena, mayordomo de la Virgen de Barbaño, Patrona de Montijo. En 1892, recibió la visita pastoral que realizó a Montijo el Obispo de Badajoz, el franciscano don Francisco Sáenz de Urturi Crespo (ofm). Don Santiago Delgado, en 1894, apoyó la celebración de la novena y el Ramo de San Antonio (puja de los donativos) siendo mayordomos la familia Thomas.

Tras su muerte, don Santiago Delgado Villamañán fue sepultado en el cementerio que fue clausurado en 1914 (hoy Parque Municipal), trasladándose sus cenizas al actual Cementerio Municipal de Montijo, en el cuartel de la Virgen del Carmen, junto con los presbíteros Eugenio García Carrasco, Blas Quintana Quintana, Diego Orozco Rodríguez e Ignacio Llanos Llanos. En la lápida aparece por error inscrito su segundo apellido el de Villanueva.

Su partida de defunción inscrita por el presbítero montijano don Luis Pinilla Pinilla, presbítero coadjutor, encargado de la única parroquia de esta villa dice: “Mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver del presbítero don Santiago Delgado Villamañán, cura propio de la ciudad de Olivenza y regente de esta. Hijo legítimo de don Manuel y doña Antonia, naturales de Benavides, provincia de León. Se le hizo funeral de primera clase con asistencia de todo el clero y cofradías. Todos los responsos que se pudieron y cuatro misas cantadas. Falleció el día de la fecha a las tres y cuarto de la mañana, habiendo recibido los Santos Sacramentos de Penitencia, Viático y Extremaunción”.