POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
Carabanchel es ya sinónimo de nuevas tendencias en el arte… y también en el café.
Mucho se está oyendo hablar últimamente del café de especialidad, básicamente, un café que debe cumplir dos premisas: Contener únicamente granos de variedad arábica y tener una puntuación de más de 80 puntos sobre 100, tras la cata de un Q Grader o catador certificado, basándose en estándares de la Specialty Coffee Association (SCA).
Hace unos meses un reducido grupo de jóvenes emprendedoras colombianas abrieron entre Oporto y Urgel, un pequeño establecimiento especializado en café. He visitado a Paola y Laura para saber más de DOPA. Son dos mujeres intrépidas, apasionadas y atrevidas que han unido esfuerzos, juntos a otras dos amigas, para poner en marcha este proyecto, pionero en Carabanchel. Están en fase de adaptación e ideas no les faltan. Quieren ser referencia del buen café y consolidar su pequeño local como un lugar apacible donde poder degustar algo más que un café.
Cuando les pregunto, ¿por qué en Carabanchel? Su respuesta es inmediata. Tenían claro que debía ser aquí. Carabanchel se ha convertido en el epicentro de las nuevas tendencias, también culinarias y no existía un local como éste, me cuentan, aunque en estos meses ya han abierto dos o tres más. Hemos sido pioneras, -dicen con orgullo-.
Paola y Laura contribuyen así a hacer más grande y novedoso Carabanchel, un Carabanchel de convivencia, donde se alternan los nuevos locales con aires y sabores futuristas con los más tradicionales que rezuman casticismo e historia. Así es Carabanchel.