LOS MATERIALES, PROCEDEN TANTO DE LOS ARCHIVOS MUNICIPAL Y DEL CRONISTA OFICIAL, DOMINGO MURCIA
Alcalá la Real: padrones del XIV-XVIII” es el título de los dos primeros volúmenes de una obra de divulgación histórica elaborada por el investigador Francisco Toro y sus hijas Isabel y Carmen. El trabajo consiste en una transcripción de los padrones o libros de milicia pertenecientes al periodo que transcurre entre la conquista de la ciudad por Alfonso XI y un periodo posterior de más de cuatrocientos años. En un tercer volumen se recogerá la época decimonónica.
La obra se presentó dentro de la XII Semana del Libro, celebrada en la biblioteca. La publicación fue realizada por la editorial El Ojo de Poe y la asociación cultural Enrique Toral y Pilar Soler. Francisco Toro destaca que la iniciativa resulta útil en una doble vertiente. Por un lado, en las indagaciones sobre genealogía y por otro para apreciar la evolución de calles, cortijos y aldeas, hasta el punto de que se puede encontrar el nombre de los primeros pobladores de los núcleos rurales. “Sirve tanto para investigadores profesionales como aficionados”, explica el autor, quien subraya que también aparecen los datos de Castillo de Locubín y Frailes, que pertenecieron en los tiempos analizados en los dos primeros libros a Alcalá la Real. En cuanto a los materiales, proceden tanto de los archivos municipal y del cronista oficial, Domingo Murcia. En opinión de Francisco Toro, entre los aspectos más positivos están la transcripción de los documentos, con desarrollo de las abreviaturas, lo que pone la información al servicio de cualquier persona interesada en “bucear” en ese pasado. De hecho, valora que descendientes de alcalaínos que emigraron a Sudamérica, Suiza o Cataluña se han interesado por estos documentos como fórmula para saber más sobre sus ancestros.
El promotor de los dos volúmenes apunta que gracias a Domingo Murcia se conservan padrones de la época medieval, en muchos casos copias obtenidas para personas que querían probar su hidalguía. “Los primeros pobladores tras la toma de Alcalá fueron lanceros, ballesteros y caballeros. Conocemos sus nombres gracias a esos padrones”, añade. El historiador valora la colaboración de Carmen Cirila Cano en el proceso.
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