POR MARIO GALLEGO REI, CRONISTA OFICIAL DE MEIS (PONTEVEDRA).
Las «escuelas americanas» abrieron en 1911 gracias a los emigrantes de Argentina.
l primer centro del saber que está documentado en Meis está relacionado con el monasterio de Armenteira, allá por siglo XIII, donde se formaba a los novicios en el arte de la oratoria y, con suerte, a algunos niños aprendían los rudimentos de las letras y los números. Pero no fue hasta los albores del siglo XIX cuando se creó una escuela propiamente dicha. También estaba en la parroquia de Armenteira y ya dependía del Estado. Así lo relata el cronista oficial de Meis, Mario Gallego, que este jueves intervino dentro de los actos conmemorativos del cincuenta aniversario del CPI Mosteiro.
Conoce bien este centro, no en vano fue allí profesor de ciencias sociales, lengua gallega y religión durante 32 años —llegó en 1979— y ejerció durante cuatro como director. Pero en esta ocasión no le correspondía hablar como docente. Lo suyo es rescatar la historia del municipio y esto le permite desvelar curiosidades como que en 1911 se abrieron las llamadas escuelas laicas o americanas, fundadas por emigrantes que habían viajado a Buenos Aires y pusieron el dinero para que sus vecinos pudieran la oportunidad de estudiar. Se crearon aulas en Paradela y San Tomé de Nogueira y, según cuenta Mario Gallego, eran muy avanzadas para su tiempo. «Eran moi progresistas, tiñas biblioteca e organizaban saídas cos nenos á natureza». La Guerra Civil y sus consecuencias frustraron aquel proyecto y hubo que esperar a 1972 para ver echa realidad la vieja aspiración de conseguir «un grupo escolar», acepción utilizada entonces, que concentró la oferta educativa en Mosteiro a partir de primaria.
Del recorrido de medio siglo del hoy CPI hablaron la alcaldesa, Marta Giráldez —que es, además, ex alumna— y el actual director del centro, Luis Camilo Fernández. También acudió un representante de la Consellería de Educación y se descubrió una placa conmemorativa durante una jornada propicia para la nostalgia y los reencuentros que se vivió en un ambiente festivo. La música corrió a cargo de la Banda da Vertula y del grupo folk Os Druidas y se instalaron hinchables para que pudieran jugar los más pequeños. No faltó el pincho ni la comida.
Este colegio ha marcado la vida de dos generaciones de vecinos y de muchos profesores que han pasado por allí. Es el caso de Mario Gallego que, aunque pontevedrés, tiene su corazón en Meis, donde fue nombrado cronista oficial del municipio en mayo de 2013. Fueron muchas las vivencias acumuladas en aquellos años, dentro y fuera de las aulas. La imagen que más le impactó al llegar, en los años setenta, fue cruzarse con los primeros tractores que se veían por el municipio, y pasado el tiempo, de lo que más orgulloso se siente «é da amizade que teño co ex alumnos e de poder explicarlles aos nenos a historia do seu pobo».