POR AURELIANO J. LAIRÓN PLA, CRONISTA OFICIAL DE ALZIRA (VALENCIA).
Bernat Darás Mahíques, cronista oficial de Carcaixent, ha dado a la luz recientemente dos interesantísimos trabajos que, sin duda, contribuirán a un mayor conocimiento de la realidad histórica de su ciudad natal. Se trata el primero de ellos, que cuenta con la colaboración de José Soler Martínez, del titulado Primer Llibre de Bateigs de la parròquia de l’Assumpció de la Mare de Déu de Carcaixent (1547-1581). En él se transcriben las partidas de bautismo, la mayor parte escritas en valenciano, de cuantos recibieron el citado sacramento entre las dos fechas indicadas que resultan particularmente interesantes para conocer los nombres y apellidos de aquellos carcaixentins del siglo XVI, de sus padres y padrinos, así como de los sacerdotes que lo administraron.
El segundo de los libros, obra exclusivamente suya, titulado Carcaixent. Mirades fotogràfiques, tras un interesantísimo estudio introductorio sobre el casi medio centenar de fotógrafos que han ejercido a lo largo de la historia su oficio o afición en la localidad, repasa a través de algo más de dos centenares de imágenes gráficas agrupadas por temas tales como fotos vinculadas al agua (ríos, riadas, molinos, acequias, huerta…), el cultivo del naranjo, el ferrocarril, el cultivo del arroz, el mercado, los huertos de naranjos, la iglesia parroquial, los espacios de ocio, el convento agustino de Aguas Vivas, las principales plazas y vías públicas de la localidad, los edificios más emblemáticos y determinados personajes característicos, la historia de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo pasado.
Se trata de dos publicaciones más de un estudioso, de un historiador, que se ha ganado merecidamente el respeto de sus conciudadanos y el de sus compañeros cronistas por su dedicación y por la calidad de sus trabajos que completan, en la mayoría de los casos, vacios que había que cubrir.
Con nuestra enhorabuena más cordial al compañero cronista, el reconocimiento también a Antonio Sabater, mecenas de la publicaciones de Darás, un carcaixentino comprometido, al igual que el cronista, con la historia, tradiciones y costumbres de su pueblo.