POR ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA
Ahora que han transcurrido treinta y nueve años de su creación hay perspectiva para, echando una vista atrás, analizar algunas etapas y aspectos concretos que giran alrededor de las Fiestas de Moros y Cristianos de Orihuela. Siempre me ha atraído el trabajo de los impresores, y es posible que en mí sea una vocación frustrada. Pero, en muchos momentos, he podido satisfacerme al ser testigo durante horas de las fases de montaje, impresión y encuadernación de bastantes publicaciones.
De éstas tengo un grato recuerdo de una relacionada con las Fiestas de Moros y Cristianos, concretamente con la publicación de su revista en los años 1979 a 1981, de la que fui director, coincidiendo con el oficio de Cronista Oficial de la Asociación, que en aquellos momentos presidía Francisco Tormo de Haro, organizador nato y emprendedor desinteresado para todo lo que fuera engrandecer a Orihuela.
Creo que, después de tanto tiempo, vale la pena recordar aquellas horas, incluso nocturnas, transcurridas en la imprenta de José Zerón Terrés junto con Pepe Roca Cabrera montando páginas en compañía de Javier Portas Espinosa y de Carmelo Illescas Pérez, el cual todavía sigue en la brecha de la revista de la Asociación y a un nivel difícil de superar, y al que deseo de corazón que continúe durante mucho tiempo entre impresores. Es tiempo de recordar las insistentes visitas a los anunciantes acompañando a Francisco Lozano Payá, `Paco el Especia´ como lo bautizó José Martínez Arenas dando vida a uno de los personajes de `La Tertulia del Bar Lauro´ publicada en 1963. Recordar en esta labor a Manuel de Vicente y Bailén, que tanto hizo por la Fiesta desde todos los cargos que desempeñó en la misma. Gracias al trabajo de ambos, la revista salió a la calle financiada y pagada íntegramente antes de estar en las manos de los lectores, incluso facilitando el encargo a Antonio Agulló Mateo de una colección de diapositivas, a fin poderlas utilizar como ilustraciones en el siguiente año. Si soy sincero, creo que pocos esperaban lo que sucedió: un nuevo formato, un nuevo diseño, gran número de colaboradores literarios y gráficos, y sobre todo una buena gestión económica.
Aquél año de 1979 se cumplía el cuatrocientos aniversario de las primeras Fiestas de Moros y Cristianos en Orihuela, de las que se tenía noticia. Para ello, se reprodujo el acta capitular de 25 de junio de 1579, en la que se determinaba cómo debía de llevarse a cabo la batalla y posterior procesión y celebración en la iglesia de las Patronas de Orihuela, Santas Justa y Rufina. Para la transcripción se recurrió, como no podía ser menos, a un hombre sencillo que dejó parte de su vida y su salud entre los manuscritos del Archivo Municipal. Me refiero al franciscano Agustín Nieto Fernández, Archivero Honorario del Excelentísimo Ayuntamiento. El cual además colaboró con un artículo sobre la morería oriolana en el siglo XV. Dentro de los artículos históricos contamos con las firmas de Francisco Giménez Mateo, Académico correspondiente de la Real Academia de San Carlos de Valencia; con Luis Más y Gil, Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia; con la religiosa de Jesús María, Lucrecia de la Viña, que presentó un trabajo sobre las Cortes celebradas en Orihuela en 1488; con Carmelo Illescas Pérez, con un extenso trabajo sobre el castillo y las defensas en nuestra ciudad en la Edad Media; con Francisco Martínez Marín que puso su pluma a favor de la Reconquista y que con el seudónimo `Aben Mardanix´ nos presentó una biografía de morisma oriolana. Aníbal Bueno Esquer nos deleitó con las constituciones y ordenanzas del Seminario; Javier Sánchez Portas presentó una historia inédita sobre Orihuela, de 1660, que se conserva en el Archivo Catedral, y de la que es autor el canónigo Juan Cival. Años después descubrimos que Cival era un plagiario de la obra de Francisco Martínez Paterna, que la había escrito en 1612. Sobre Arte, Pilar Ros Díe nos introdujo en los sustratos árabes en la arquitectura de tres monumentos oriolanos y en Numismática Diego Enrique Castaño nos describió las monedas de Jaime I, en la Ceca de Valencia. La poesía estuvo representada por Eladio Belda Irles, Olaya Sáez Navarro, Francisco García Alcaraz y José Manuel Rodríguez Llor. Tuvimos artículos críticos sobre la Fiesta debidos a Adrián Espí Valdés, director del Instituto de Estudios Alicantinos y de José Luis Mansanet Rives, secretario de la Undef. Dentro de la creación literaria fueron firmas como las de Antonio Sequeros, Carlos Hernández Mateo, Juan Díaz Ortuño, José Muñoz Garrigós, Antonio Luis Galiano Pérez, Manuel Martínez Ros, Claudio Sarabia Serna que recordaba la falla al-mohábena del año anterior, y Julio Calvet Botella con su `Salutación del ausente´, en la que nos decía: «Hoy has cobrado ese pulso, ese tu lugar en la historia, y yo lo saludo, y lo hago con tanta fuerza como lo hiciera aquel poeta iluminado que saludaba al sol, y le pedía se parase y le oyera».
Dibujos de Francisco de Díe, autor de la portada e ilustraciones de `El gallo crisis´; Alfonso Ortuño y Javier Portas. Fotos, entre otras, de Loino, Duréndez, Fenoll, Alcaina y Sevilla. Reproducciones de máquinas de guerra del siglo XIV y del castillo de 1555-1563. Saludos, Crónica y Pregón de las Fiestas del año anterior, embajadores y abanderadas, programa y anunciantes. Y, en la primera página, el Oriol.
Todo esto lo vivimos hace treinta y cuatro años, y echando una vista atrás ha valido la pena recordarlo y dejar memoria de muchos de los aquí nombrados que ya no están entre nosotros.
Fuente: http://www.laverdad.es/