POR JOSÉ LUIS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ)
En febrero de 1810 la guerra estaba acercándose a la villa de Chiclana. Las órdenes desde Cádiz y la Isla de León eran diarias desde hacía unos días. El 3 de febrero, tal día como hoy, en la sesión ordinaria de Cabildo y Junta, el secretario leyó –por orden del corregidor José María Gómez– una carta-orden del día anterior que enviaba a Chiclana el marqués de las Hormazas a través de un comisionado. Este había confirmado un día antes a la Regencia que, “según le manifestaron algunos vecinos el pueblo [de Chiclana] puede proporcionar dos mil raciones de pan diario”.
Así, el marqués de las Hormazas, remitía una nueva carta-orden en la que Regencia decretaba que, por “voluntad de S. M. (…) disponga la remisión a esta Villa [Isla de León] de las citadas dos mil raciones de pan diario desde pasado mañana sin excusa alguna. Lo que comunica á V. S. de orden de S. M. para su puntual cumplimiento”.
Ante esta nueva orden, el Cabildo y la Junta, acordaron obedecerla y hacerla cumplir. Sin embargo, solo sería por unos días pues, el 7 de febrero, las primeras tropas del Primer Cuerpo del Ejército Imperial de Mediodía francés, entraban en la villa de Chiclana –desde Puerto Real– por la Puerta de Cádiz.
Bibliografía:
-AHMCh. Legajo nº 29. Carta-orden adjunta a las actas capitulares, 2 de febrero de 1810
-AHMCh. Legajo nº 29. Actas Capitulares. Sesión ordinaria de Cabildo y Junta del 3 de febrero de 1810.