El marqués la había solicitado en el mes de mayo, pero no fue hasta el 10 de diciembre de 1911, cuando se publica el informe favorable de la Diputación provincial de Cádiz del proyecto, memoria descriptiva y presupuesto de línea telefónica –de servicio público– entre la Colonia de Campano y la estación telegráfica en los pueblos de la provincia que carecían de servicio telegráfico. En la memoria se especificaba que el marqués ponía la línea a disposición de todos los pobladores de la colonia y vecinos de los alrededores. No sería, por tanto, privativa para su uso exclusivo. La podían utilizar –y la utilizaron– los obreros y sus familias, los carabineros destinados en el cuartel de La Barrosa, los guardias civiles de la caseta de la Benemérita instalada en La Barrosa, el personal de la almadraba y vecinos colindantes. Además, se añadía: “para que puedan (…) expedir telefonemas con destino a Chiclana y para que puedan ser expedidos desde allí por las líneas telegráficas y telefónicas del Estado”. Así, la colonia se conectaba con el mundo a través del teléfono. Algo normal hoy, un lujo entonces.

Bibliografía:

-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2018): “Campano, el sueño de un liberal”. Navarro Editorial. Maquetación y portada: Blackone & Vexel. Imp. Read On Time.

-BNE: Hemeroteca Digital. “La Energía Eléctrica”. Año XIII. Madrid, 10 de diciembre de 1911.