POR JOSÉ LUÍS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ).
Una de las inundaciones más graves y catastróficas producidas en Chiclana en el siglo XX ocurrió, tal día como hoy, el 9 de diciembre de 1920. El primer teniente de alcalde, Andrés Escobar Guillén, estuvo al mando de las operaciones de salvamento, junto con el juez de instrucción –el alcalde se había quedado aislado en su casa sin poder salir por la inundación–. También prestó señaladísimos servicios el teniente de la Guardia Civil, Jefe de Línea y las fuerzas a sus órdenes, así como el teniente de Carabineros con las suyas. El general jefe del apostadero envió tropas de “marinería y botes para así poder rescatar a las personas que se hallaban aisladas en las salinas”, señalaba el periódico “El Heraldo de Madrid”.
En un informe ante la Corporación municipal el regidor quiso resaltar: “El valiosísimo concurso prestado por numerosísimos vecinos de esta [ciudad] auxiliando a los de las casas inundadas sintiendo no poder recordar los nombres de todos los (…) que contribuyeron al salvamento de las personas inundadas y sus intereses, si bien quiere hacer constar las pocas personas que recuerda haber visto en los alrededores de las casas inundadas socorriendo a las víctimas. Se perdieron dos vidas humanas las de los vecinos Manuel Gutiérrez, que falleció intentando salvar al otro fallecido, Gabriel Piñero, cocinero de la fonda de Custodio.
Bibliografía:
-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2020): “Cuando el Iro se desborda». Manuscrito
-AHMCh. Legajo nº 58. Actas Capitulares. Sesión de Cabildo, 11 de diciembre de 1920.
-BNE. Hemeroteca Digital. Heraldo de Madrid. Año XXX, nº 10.909. Madrid, 11 de diciembre de 1920.