POR JOSÉ LUIS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ).
Hay un reloj mármol en Chiclana que marca, de manera permanente, las dos menos cuarto de la tarde. Es la hora en la que las primeras aguas de la riada del 19 de octubre de 1965, tal día como hoy, entraron en el bar de El 22 en la calle Carmen Picazo. Nadie pudo imaginar que aquel día de otoño, el río Iro se fuese a desbordar de aquella manera tan atroz. En Chiclana no había llovido con intensidad en las últimas horas, pero en la comarca de Medina Sidonia –durante el día anterior y la noche– cayeron 263 litros por metro cuadrado, surtiendo de una enorme cantidad de agua a los cuatro afluentes que alimentan al río. Su caudal fue aumentando a partir del mediodía con la consiguiente alarma entre los vecinos. Y la marea estaba subiendo…
Cuando aquellas aguas repletas de sedimentos arenosos, restos vegetales y cuantos otros elementos encontraron a su paso llegaron al Puente Grande, provocaron un taponamiento que hizo desbordar al río por la parte lateral en la zona de El Pilar, que quedó inundada. Las aguas prosiguieron su camino de destrucción hacia el interior en la calle Huerta Chica y la Fuente afectando a todo el centro histórico. En La Banda, la otra orilla del río, además de la calle Carmen Picazo, afectó a las calles colindantes y a la barrida de El Carmen. Las pérdidas económicas fueron tremendas: vecinos que perdieron todos sus muebles y ajuares; los comercios del centro y empresas sufrieron grandes daños, diez calles quedaron intransitables, y el Puente Chico, aunque quedó incólume tuvo importantes destrozos. El teatro García Gutiérrez quedó seriamente afectado en su estructura.
Si en aquel día tan aciago hubo algo positivo fue, sin lugar a dudas, que ningún vecino perdió su vida. Nadie pereció ahogado. El auxilio y solidaridad de los chiclaneros y personal del Ayuntamiento, la rápida intervención de la Marina, Guardia Civil de Chiclana, Policía Armada, Bomberos de Cádiz, Policía Local y Cruz Roja evitaron lo pudo hacer sido una catástrofe humana.
Bibliografía:
-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2015): «Todos fueron valientes». En «Barro y lágrimas». Navarro Editorial. Imprime. Santa Teresa. Sanlúcar de Barrameda.
-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2015): «Una ciudad sumergida en las aguas». En «El río de la memoria, 50 años de la riada». Ayuntamiento de Chiclana, delegación de Cultura. Diseño y edición, Vexel estudio publicitario. Chiclana.