En la sesión de cabildo de 24 de septiembre de 1920, en su punto cuarto, haciendo uso de la palabra el concejal señor Reyes expuso “a la consideración del Concejo, que acercándose la época que se verifica la operación denominada “del rebusco” en la cual se cometen numerosos atropellos, causándose graves daños en los viñedos; creía conveniente en evitación de ellos, dicten las mismas disposiciones que el año anterior”.
El “rebusco” en la viña es, pues aún en la actualidad se lleva a cabo, una labor de minuciosa que consiste en mirar o rebuscar por entre las cepas de las vides los racimos de uva que, por no estar visibles o por olvido, no se recolectaron en el tiempo de vendimia. Era, sobre todo para el mayeto –viticultor de escaso caudal con una pequeña extensión de viñedos–, fundamental en aquellos años de penuria económica realizar la faena los últimos días de la vendimia, aunque a veces se demoraba. Si no era así, llegaban los “rebuscadores” ajenos y, no solo se llevaban la uva, sino que a veces provocaban destrozos en las cepas.
El alcalde-presidente, Juan Fernández-Caro Mateos atendiendo el ruego del concejal “contestó, que se fijaría edictos en los sitios de costumbre de la localidad, por medio de los cuales se dará a conocer al vecindario, que queda prohibido en absoluto la entrada en los terrenos plantados de viñas, sin previa autorización de sus respectivos dueños”.
Bibliografía:
-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2022): “El fenómeno de la mayetería en Chiclana de la Frontera” (Manuscrito).
-AHMCh: Legajo nº 58. Actas Capitulares. Sesión ordinaria de Cabildo, 24 de septiembre de 1920.