POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Imagine el buen lector, pues muy discreto debe ser si coincide conmigo en no proferir algún taco bien traído, que para viajar a Madrid tardara hoy seis días. Con sus noches. Y en carreta. Hablamos de 1865, cuando la línea Chinchilla-Murcia, que completaba las vías hasta Cartagena inauguradas dos años antes, arrancó su andadura…