POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER (ALICANTE)
Petrer, tal día como hoy 8 de febrero de 2002, hace ahora 21 años, la Generalitat Valenciana declaró Paraje Natural Municipal al Arenal de l’Almorxó, una concesión pionera en la Comunidad Valenciana que llegó después de un largo trámite y años de gestiones. La degradación permanente sufrida por este emblemático enclave de Petrer, de una rareza geomorfológica y ecológica singular, impulsó diferentes actuaciones municipales para preservar este espacio, lugar de ocio y esparcimiento de la población en fechas tradicionales, como los días de Mona. El Arenal durante los años 70 sufrió los inicios de un proceso de extracción de la arena destinada a la edificación, que afortunadamente fue frenado por decisión municipal. Esta declaración de Paraje Natural Protegido llevaba consigo prohibir los deslizamientos por la ladera, considerada la causa más importante de los procesos de erosión y desestabilización del suelo, así como la desaparición de la vegetación. Dos años antes, el 6 de noviembre de 2000, se aprobó la declaración de Microreserva de Flora, en una zona de la ladera de la loma del Arenal, donde están presentes varias especies botánicas de especial interés.
A menudo, algunas personas me cuentan cosas curiosas que me llaman la atención. Refiriéndonos a este singular paraje petrerí un día Carmen Benito me contó que ella junto a su esposo Luis Payá Gamundi, y sus amigos Antonio Espinosa, su esposa, la maestra Paquita Ruiz, acompañados de los hijos de ambos, se acercaban al Arenal el domingo anterior al de Pascua y se encargaban de limpiarlo para dejarlo en condiciones ante la multitud de visitantes que se acercaban hasta allí los días de mona. Era una jornada familiar, ecológica y altruista ya que recogían toda la basura que ensuciaba y afeaba este bello entorno natural. Todo por conciencia y con la ilusión de que los visitantes lo encontrasen limpio y en óptimas condiciones. Esto ocurría allá por los años 70 y como es una historia real que habla de la concienciación de estas personas y de su predisposición para que el Arenal de l’Almorxó estuviera perfecto me ha parecido interesante contarla. Ojalá este tipo de acciones estuvieran generalizadas porque nuestro entorno y nuestro medio ambiente seguro que lo agradecería.