POR SANTIAGO IZQUIERO G. BARCENAS, CRONISTA OFICIAL DE SAN SEBASTIAN DE LOS REYES (MADRID).
El origen de la Iglesia Parroquial San Sebastián Mártir, lo encontramos desde el primer documento existente sobre la fundación de la localidad, en el que se dice que unos vecinos de la inmediata villa de Alcobendas se asientan en un cerro próximo junto a una ermita dedicada a San Sebastián.
En torno a esta pequeña ermita se levantan las primeras casas, y adosada a ella se erige el templo parroquial. Hoy todavía es visible, pese a los sucesivos desastres arquitectónicos que ha sufrido, el espacio que ocupaba aquella primitiva ermita es la fachada de mampostería que da a la entrada de la calle del Viento, que rompe con el resto del lienzo. Interiormente es la parte ocupada por la Sacristía y la Capilla de la Inmaculada.
Es difícil precisar en que fecha se levantó está ermita, pero todo hace deducir que es de finales del siglo XIV o principios del XV, lo que si sabemos es como se va levantando el resto de la edificación que hoy contemplamos.
Leopoldo Jimeno, en su libro publicado en 1892, San Sebastián de los Reyes, nos dice que su construcción duró dos años, dando comienzo el 6 de abril de 1506 y terminadas en 1508, y fue bendecida el 27 de noviembre de 1508 por el obispo de Arcadia, fray Juan de Bustamante.
Jimeno la describe diciendo que: consta de cuerpo principal y dos naves, con pilares de piedra berroqueña y los arcos de ladrillo, cubierta con hermosa techumbre de madera de Cuenca, muy bien ensamblada, que llama la atención de los inteligentes. Tiene una extensión de 37,50 metros de largo por 17,50 de ancha.
La mitad de la nave central de la iglesia se encuentra al descubierto, dejando ver las hermosas maderas que forman su techo; la otra mitad está a cielo raso separando a ambas un arco de ladrillo.
Esta descripción es muy similar a la que hizo dos años antes Laureano Montero en su Crónica de San Sebastián de los Reyes, al referirse a la nave central dice que se cubre con una techumbre de madera, ochavada con tirantes dobles y limas mohamares* del siglo XVI. La capilla mayor tiene una techumbre de las mismas características, pero con decoración de lacería en el almizate**, las naves laterales se cubren con colgadizo de madera.
La diferencia entre ambas está en la que hace Montero de la capilla central y de la de Jimeno que no la describe, sino que nos dice que tiene cielo raso. Este cielo raso fue demolido a principios de los años 70 del siglo pasado, dejando ver todo el artesonado de la iglesia.
Las descripciones que nos hacen ambos autores están basadas en el edificio que ellos ven a finales del siglo XIX, pero no reflejan las diferentes vicisitudes y fases que corrió la construcción de la actual iglesia, a excepción de la capilla del Cristo.
Se deduce de los documentos que he estudiado que la construcción que se bendice en 1508 no es la que ellos nos describen, sino que debía ser una ampliación de la primitiva ermita, pues según consta en documentación conservada en el Archivo Municipal, la capilla mayor o cabecera se levanta entre los años 1597 y 1601, es decir casi un siglo después.
Por otro lado, sabemos que el 5 de febrero de 1665 se hunde el techo de madera y teja de la nave lateral del evangelio, y que tuvo que ser apuntalado el resto del edificio. Las reparaciones se llevaron a efecto por la petición que los vecinos hicieron al Cardenal Sandoval, arzobispo de Toledo. El encargado de su reparación fue Pedro de Aguilar, maestro mayor de obras de Alcalá de Henares, y su coste ascendió a 17.600 reales. En el detallado informe que este maestro hace sobre la obra indica «que encima del coro había de echarse dos pares de vigas de a veinte y dos de quarta y sexma bien labrado».
En 1976, Aurea de la Morena y su equipo, en la descripción que hacen de la techumbre de la Iglesia de San Sebastián en el Catálogo Monumental de Madrid, es muy parecida a la ya descrita por Montero y Jimeno, únicamente difieren al decir que la primitiva iglesia fue construida a fines del siglo XV y principios del XVI, y que el edificio actual responde casi en su totalidad a una obra posterior del siglo XVII y a una restauración importante de 1973.
Por lo que respecta al interior dicen que las naves están separadas por tres grandes arcos de medio punto rebajados, que apoyan sobre pilares cruciformes de granito. Estos arcos presentan por el lado de la nave central un rehundimiento que recuerda al alfiz. La cabecera es cuadrada y a ella se accede por arco triunfal de medio punto.
Recientemente la Iglesia Parroquial ha sido restaurada en su casi totalidad, labor que ha sido dirigida por un equipo de Bellas Artes de la Comunidad de Madrid, pero esta restauración merece ser considerada y explicada en otro artículo en el que se recoja y se describa el conjunto del edificio.
El cronista local, Isidoro Rodríguez Tato en su libro Historia de San Sebastián de los Reyes, no hace ninguna mención a la construcción de la Iglesia Parroquial, aunque es de esperar que figure algún capítulo sobre ella en el libro que está emparedado en su fachada, pero esto se sabrá en el año 2092.
* mohamares: vigas armantes de la techumbre.
**almizate: punto central de los techos de madera labradas.
FUENTE: https://www.diariodesanse.com/2021/11/27/el-artesonado-de-la-iglesia-de-san-sebastian/