EL CRONISTA OFICIAL, JUANJO DOMÍNGUEZ, CLAMA POR LA «DEFENSA Y LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO – DE SIERO PORQUE CADA VEZ TENEMOS MENOS»
El Arzobispado de Oviedo confía en poder empezar cuanto antes las obras de rehabilitación de la cubierta del pórtico de la iglesia románica de San Martín de Vega de Poja (Siero) y de la sacristía. El desplome de parte del techo de esta última y el deterioro de los pontones del primero han obligado a cerrar el templo y a suspender el culto para evitar posibles accidentes. La última misa se celebró el domingo y los funerales pasan a celebrarse en la Pola. Así lo anunció a los feligreses el párroco, Juan Hevia, que urge a actuar.
Responsables del Arzobispado confirman que han remitido el proyecto de rehabilitación a la Consejería de Cultura con las modificaciones que anteriormente había exigido incluir, razón que retrasó que se pudieran acometer antes los trabajos. Piden dejar al descubierto la portada románica, que se tapó en una posterior intervención.
El cronista oficial de Siero, Juanjo Domínguez, destaca la importancia de esta iglesia y pide actuar para mantener a salvo el patrimonio histórico del concejo. Explica que hay tres templos bajo la misma advocación, la de San Martín de Tours en La Carrera (arrasada durante la Guerra Civil), Vega de Poja y Argüelles. Se ubican al norte del Camino de Santiago, el patrón protector de los peregrinos.
El cronista de Siero pide al gobierno local que fuerce a los propietarios a arreglar inmuebles históricos en manos privadas como los palacios de Celles y Aramil (también bienes de interés cultural), que amenazan con venirse abajo si no se actúa con premura, y también al Arzobispado de Oviedo para que intervenga en el arreglo de la cubierta de la iglesia de San Martín de Vega de Poja. Domínguez realiza un alegato por la «defensa y conservación del patrimonio de Siero porque cada vez tenemos menos».
Tampoco se olvida de la chimenea de El Bayu, en la Pola, cuyos desprendimientos obligaron a prohibir el paso por ese tramo de la senda del Nora, pero alerta también del riesgo que puede suponer su proximidad a la vía del tren.
Fue el sacristán de San Martín de Vega de Poja, José Luis Lavandera, quien se encontró, hace poco más de una semana, con parte del techo de la sacristía derrumbado. Ha atravesado los bancos en el pórtico para impedir el paso a la zona en la que están cediendo las vigas.
Fuente: https://www.lne.es/ – Mariola Menéndez