POR JOSÉ MANUEL JEREZ LINDE, CRONISTA OFICIAL DE LA E.L.M. DE GUADAJIRA (BADAJOZ)
En estos días en los que está próxima una nueva Navidad, hemos visitado el siempre sorprendente Belén de Sanfelix, como es conocido el artista de Arroyo de San Serván, Badajoz, José María Sanfelix.
Un belén que pude fotografiar en 2015, dentro de las instalaciones del llamado Museo Abierto de Mérida. Este año repite con otro sorprendente montaje en el antiguo edificio del Palacio de Justicia de Almendralejo. Su dominio del espacio hace de cada nueva escenografía, un universo, que improvisa paisajes y barrios artesanos. Arquitecturas de corchopán (poliestireno) que corta y da forma hasta transformarlo con pátinas y texturas de una desbordante imaginación.
Con cada nueva navidad aumenta también el número de aceituneros vareando los olivos o ancianas pregonando su cacharrería de cobre en el mercado. Todo un ejercicio visual, capaz de trasladarnos a una concurrida calle, o al estanque, en el que las lavanderas se afanan en su colada. Se aproximan los pastores, al calor de un suculento caldero de migas, tan real que el aire parece impregnado con el olor de los ajos fritos.
Todos estos habitantes de resina y escayola retornarán, otro año más, a su silencioso embalaje. Aguardarán pacientes su próximo destino, siempre tras las directrices de Sanfelix, que en su cabeza, ya imagina el lugar que ocupará esa estrella que nos conducirá a una navidad reinventada. Y se volverán a repetir, casi las mismas expresiones de sorpresa, en ese incesante ir y venir de visitantes entregados a la inventiva del artista José María Sanfelix.
FUENTE: J.M.J.L.