EL CALEIDOSCOPIO
POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
Fue el caleidoscopio mi objeto mágico por excelencia. Ni hoy me atrevería a desarmarlo en busca de pasadizos y tesoros. La realidad suele decepcionarme. En la vidriera móvil del caleidoscopio me citaba con Frank Stella y sus psicodelias fosforescentes, o con Mondrian; viajaba al rosetón de la catedral de Chartres y con una leve rotación me iba a la de Aquisgrán… El caleidoscopio era mi catalejo de la primavera, el ojo de la cerradura de mi imaginación.