A JOSÉ ANTONIO LINAGE, CRONISTA OFICIAL DE SEPÚLVEDA (SEGOVIA), Y FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA (ALICANTE, LES FUE CONCEDIDO EL DIPLOMA DE ‘MENAORES’ DE CÁÑAMO
Técnica
El agramado, espadado, rastrillado o trenzado, son los usos dados antaño para convertir el cáñamo en zapatillas, redes o cuerdas. Pero estos oficios, ahora solo demostraciones, requieren de una técnica que no adquieren las nuevas generaciones.
Salan la canción «Resistiré» del Dúo Dinámico se inició una de las tradiciones que, precisamente, se resisten a desaparecer en Callosa de Segura como es la Demostración Nacional de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, que ayer cumplió su XXXIII edición. Cada año son menos los participantes porque no hay relevo generacional, y así quisieron alertar ayer los organizadores que, a pesar de ello, son optimistas y dicen que el cáñamo «resistirá» a este inconveniente.
El director de la Escuela y el Museo de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, Roque Albert, señaló el deber de las administraciones de defender una actividad que no solo es representativa de Callosa «sino de toda la comarca», destacó. «Hemos rendido homenaje a las cuatro personas vinculadas a la Escuela del Cáñamo que han muerto en el último año, y lo malo es que no hay relevo», lamenta.
Un impulso a esta actividad podría ser la declaración de los trabajos artesanales del cáñamo como Bien de Interés Cultural (BIC), algo que cuenta con el informe favorable de la Generalitat Valenciana, que ayer apoyó estos trabajos con la presencia de un técnico de Patrimonio. No obstante, todo está en manos del Ayuntamiento que debe llevar a cabo la protección de un obrador y la balsa y de la Escuela del Cáñamo, según explicó Albert. «La nueva corporación se ha comprometido a impulsar la declaración de BIC, ahora queda que cumplan», dijo.
Invitados por Roque Albert, director de la Escuela y el Museo de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, participaron en la ‘XXXIII Demostración Nacional de los Trabajos Artesanales del Cáñamo’ José Antonio Linage, cronista oficial de Sepúlveda, y Francisco Sala Aniorte, cronista oficial de Torrevieja, concediéndoles un diploma por su participación como ‘menaores’.
Fuente: https://www.diarioinformacion.com/ – Rubén Míguez