POR JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ, CRONISTA OFICIAL DE CEUTA
Hace tiempo descubrí un texto espléndido de la celebración del carnaval de calle en Ceuta en 1865. Estaba en el periódico La Época de Madrid y hoy lo he publicado en El Faro de Ceuta. Es para disfrutarlo:
1 de abril de 1865
He aquí la descripción del Carnaval en Ceuta que hace una carta de aquella Plaza:
El domingo, dice, se veían por todas partes ondear banderas nacionales, así en tierra como en los buques surtos en la rada distinguiéndose entre estos el jabeque (correo) cuyo buque debía figurar traer a su bordo al Rey de los Delirios.
Una salva de artillería anunció a las doce la salida de una numerosa comparsa que desde la maestranza de ingenieros se dirigió por la calle Real al muelle, donde debía verificarse el recibimiento del ilustre personaje carnavalesco. Iban á la cabeza de la comparsa, oficiales y sargentos de la guarnición montados en sus caballos lujosamente ataviados y vestidos con gusto y sencillez.
Seguía á estos la música del regimiento de Ceuta, la cual se distinguía entre las tres por el lujo y esmero de sus trajes, y la banda de tambores que, ataviada de mascara, era dirigida por su tambor mayor, que llevaba traje a la antigua. Iba después un gran carro figurando una casa de locos, en la cual iban todos los cadetes de esta plaza, unos vestidos de monos y otros de diablos, cada uno á cual más raro. Marchaba detrás una partida de escuderos, montados como toda la comparsa. Después seguía una carroza primorosamente enramada y adornada de flores, donde se divisaba, lujosamente engalanada, toda la servidumbre de la familia Tolendal, y el ama de cría de la Reina estrechaba en sus brazos un chivo vestido elegantemente á guisa de príncipe.
Después del acompañamiento de estos personajes seguía un jardín frondoso, donde iban sentadas con canastos de flores en sus manos doce bellas africanas, a cual más hermosas, á guisa de ninfas. Iba después la música de Simancas, que tocando lindas piezas precedía a la carroza de la reina del Carnaval, la cual iba ricamente engalanada, codeándola una lucida escolta de alabarderos á caballo, todos sargentos del Fijo de Ceuta. En medio de dos largas filas de monteros, vestidos a la antigua iba después en una linda carroza el Rey de Ios Delirios; seguían á la carroza doce maceros que cerraban la marcha.
El pomposo recibimiento del Rey de los Delirios tuvo lugar en la plaza de San Sebastián, cuyo acto fue celebrado con otra salva de cañonazos: mientras tanto las bandas de música lo amenizaban con escogidas piezas y aires nacionales. Los moros de la compañía del Riff también han tomado parte en la fiesta, llamando la atención con sus disparos y algazara. Cuando hubo recorrido la comparsa toda la ciudad tuvo lugar un jocoso sermón público en el teatro, y por la noche hubo baile de máscaras.
El lunes y martes también pasearon las calles numerosas comparsas y el miércoles se verificó el solemne entierro de la sardina. En fin, lo que es aun mejor, hemos despedido al Carnaval sin tener que lamentar la más leve desgracia.