POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA).
LA TORRE:
La conclusión, respecto a la torre que citamos anteriormente, estu¬diada por los profesores Meulemeester y Eiroa, situada a unos 45 m en dirección este del complejo, es que es medieval; tiene forma cuadrangular con lados cuya longitud oscila entre los 5 y 5,60 m, realizada en un compacto tapial hormigonado de cal y canto, posiblemente estaba rodeada de un muro perimetral, documentado en el sector norte de la torre, a unos 2 m de distancia, y excavado en el sector sur, a unos 4 m de distancia; un muro que, a juzgar por los datos arqueológicos emanados, habría sido recrecido y reforzado en una segunda fase con un mortero de cal rosáceo de peor calidad al empleado en la obra original.
Su estudio arqueológico ha per¬mitido documentar en la torre los característicos refuerzos en las esquinas y un lógico engrosa¬miento de cada uno de los tramos de muro en su zona más baja, po¬siblemente delimita el nivel de un suelo original, no conservado en consonancia con la pobreza de materiales que evidencia toda la estructura. Así mismo, dis¬tintos datos estratigráficos permiten constatar la existencia de una nivelación artificial del espacio existente entre la torre y la estruc¬tura perimetral que parece rodearla; en este sentido, la presencia de algunos fragmentos de cerámica significativa en dos de las unida¬des estratigráficas identificadas, como nivelación de este tipo, permite establecer una cronolo¬gía aproximada, entre mediados del siglo XII y mediados del si¬glo XIII, para la realización de esta obra.
Esta torre se debe identificar como una torre defensiva vinculada al hábitat desarrollado a sus pies, posiblemente anterior a la construcción del Castillo, sin hábi¬tat permanente y en relación con las tareas de refugio y de vigía y control del territorio.
FUENTE: https://www.facebook.com/profile.php?id=100015585155560