POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE LAS VILLAS DE BEDMAR Y DE GARCIEZ (JAÉN).
-Prólogo de D. Rafael Gerardo Peinado Santaella, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada. Presidente de Honor del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino. Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia y Académico Correspondiente de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.-
“Hará cosa de unos meses, en tiempos de pandemia, me encontré con un e-mail de mi amigo José Manuel Troyano Viedma para concertar una cita que nos reunió pocos días después. Hacía muchos años de la última vez que nos vimos cara a cara y la alegría fue para mí mayor cuando me propuso que prologara este voluminoso libro, aunque para ser sincero este tipo de peticiones me producen el amargo recordatorio de que el tiempo vuela, pues los prologuistas, por lo general, suelen tener una edad provecta, como es mi caso. Pero la primera satisfacción supera con mucho esta sensación dormida hasta que algo la despierta.
El doctor Troyano ―y conviene subrayar este título, tantas y tantas veces indebidamente utilizado― y yo terminamos la Licenciatura de Filosofía y Letras (Sección de Historia) en el ya lejano año de 1973.
En el entrañable edificio del Palacio de las Columnas de la calle Puentezuelas de Granada y en el Hospital Real, hoy sede del Rectorado, tuvimos la fortuna de seguir un plan de estudios que desde entonces ―y no añoro precisamente aquel pasado― ha ido cada vez a peor por mor de las Reformas que se han sucedido, hasta llegar incluso a verdaderas aberraciones como ahora vuelven a barruntarse en el horizonte inmediato de un nuevo desajuste.
José Manuel Troyano Viedma siguió el camino de la Enseñanza Secundaria en cinco Institutos de las ciudades de Úbeda –(INEM “San Juan de la Cruz”; Escuela de Maestría Industrial y en el Instituto Politécnico –luego IES- “Los Cerros”)-, Córdoba –(Instituto Politécnico de F.P. “Maimónides”)- y Granada –(Instituto Politécnico-IES “Aynadamar”), consiguiendo ser Catedrático de Instituto en 1994, dos años después de doctorarse en la Universidad de Córdoba.
Estas etapas y méritos de su trayectoria académica superan la mera anécdota, pues, si a ella añadimos su extenso currículo investigador, ponen de relieve una realidad más sustantiva: pues por las aulas de los Institutos de Andalucía y de España han pasado historiadores muy productivos y valiosos. Lo cual ciertamente revela de manera meridiana cómo la investigación y escritura de la historia no corresponden en exclusiva a los que hacemos lo mismo desde el ámbito universitario, por el que, en todo caso, José Manuel Troyano Viedma también ha transitado en Córdoba y Granada, a través de sus Institutos de Ciencias de la Educación –(ICE´s)- para hermanar dos niveles educativos que por desgracia se ignoran en muchos sentidos.
Fuera de su vocación docente, José Manuel Troyano Viedma encontró también un hueco para participar en la política municipal durante los años de la Transición, cuya cima alcanzó con el cargo de alcalde de Bedmar y Garciez, villas de las que desde 1975 es, con todo merecimiento, Cronista oficial.
Este oficio de Investigador y de Cronista es inseparable de su extensa producción historiográfica, algunos de cuyos títulos ha firmado junto a su hijo José Manuel Troyano Chicharro, que fue alumno mío cuando la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada ya había ascendido a las alturas del Campus de Cartuja.
En este libro vuelca toda esa impagable labor de años dedicada a escribir la Historia de Bedmar y su comarca de Mágina y ante el que mi primera reacción, cuando aún no ha pasado a la imprenta, es el lamento por no haber podido disponer de él mientras preparaba mi tesis sobre la Orden de Santiago en Andalucía, motivo que me llevó a visitar este bello pueblo giennense y al que espero volver para presentarlo si para entonces hemos superado la terrible pandemia que sufre la humanidad.
De ella, por cierto, queda testimonio fotográfico en una de las innumerables ilustraciones que adornan el libro, testimonio que asimismo refleja el entusiasmo que todavía anima a mi amigo José Manuel para difundir el conocimiento del pasado de Bedmar y para defender su maltrecho patrimonio.
¿Se puede pedir algo mejor a un libro que en su versión «manuscrita» ―es decir, escrita mediante el procesador de textos de Bill Gates― suma la friolera de 700 páginas en un formato tan apretado que sin duda llegará a un número más abultado cuando al final pase por las prensas del amenazado invento del maguntino Johannes Gutenberg? Yo creo que no y por eso solo cabe agradecer al autor su esfuerzo, aplaudir su ilusión y felicitarnos porque vea la luz un trabajo definitivo sobre la historia de la villa que, en la raya fronteriza entre el reino de Jaén y el emirato nazarí de Granada, fue cabecera de una de las muchas encomiendas que la Orden de Santiago disfrutó en Andalucía, primero como baluarte defensivo de la frontera y luego, cuando esta desapareció, para llenar con menos peligro las arcas del linaje de la familia de La Cueva, ya fuese como Comendadores o como Señores, condiciones ambas a las que solo separa un matiz si se quiere jurídico pero no social.
Enhorabuena, amigo José Manuel, y gracias por confiar en mí para abrir este trabajo que te engrandece como historiador”.
-Palabras de D. José Manuel Troyano Viedma, Cronista oficial de Bedmar y autor del LIBRO, sobre el Prologuista del libro: La Encomienda de Bedmar en la Orden de Santiago (1313-1837).-
Es para mí todo un honor presentaros a un muy estimado y querido compañero de Facultad, D. Rafael Gerardo Peinado Santaella, aún en activo, pues era el “benjamín” de la clase, y por ello en la actualidad, aún sigue al pie del cañón, como Catedrático de Historia Medieval de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. Una Universidad con la que, por cierto, este Ayuntamiento de Bedmar y Garciez tiene firmado un Convenio de Colaboración desde el pasado 14/II/2020, el cual llevaron a cabo la actual Rectora de la Universidad de Granada, Dª. Pilar Aranda Ramírez, y el entonces Alcalde del Ayuntamiento de Bedmar y Garciez, D. Juan Francisco Serrano Martínez, hoy, Concejal de este Ayuntamiento y Diputado Nacional. Un Convenio de Colaboración basado en el desarrollo de las Relaciones Sociales entre ambas instituciones, de cara a la organización y realización de acciones formativas tales como conferencias, reuniones, seminarios, jornadas y cursos, mediante el intercambio de experiencias, conocimientos, recursos didácticos e infraestructuras docentes, en áreas de interés común para ambas entidades, con el objetivo de fomentar la investigación, conservación y promoción del Patrimonio Arqueológico, Histórico-Cultural y Natural de Sierra Mágina, bajo el amparo de PaleoMágina (Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina), con sede en Bedmar.
Amigo Rafael, quiero, en primer lugar agradecerte de todo corazón tu presencia en este acto cultural que celebramos hoy, con motivo de las Primeras Jornadas Medievales de Bedmar, para presentar mi libro sobre: La Encomienda de Bedmar en la Orden de Santiago (1313-1837), el cual es fruto del compromiso adquirido entre un servidor y el referido Alcalde, D. Juan Francisco Serrano Martínez, con el fin de poner en valor el papel de la Orden de Santiago en estas tierras sureñas del Santo Reino de Jaén, con motivo de haberse restituido al municipio, mediante compra, la fortaleza del “Mirador” de Bedmar en el verano de 2017, al encontrarse ésta en manos privadas desde 1969 y, sobre todo, por haber sido esta fortaleza, la última que construyó la Orden de Santiago en estas tierras de frontera del reino de Castilla con el de Granada entre los años 1409 y 1476.
Estimado Rafael, ambos pertenecemos a la “Promoción 1968-1973” de la Sección de “Historias” del viejo edificio de la C/. Puentezuelas de Granada, a la que nuestra querida compañera, Dª. Adela Tarifa Fernández, Consejera-Directora del Instituto de Estudios Giennenses, describía en el magnífico Prólogo, que tuvo a bien hacerme para mi libro: El último sabio giennense: Vicente Oya Rodríguez –editado en Madrid en 2019-, de esta manera: “Fueron unos años difíciles para aquella España franquista agonizante y en la que los grises campaban a sus anchas por la vieja facultad, dada su proximidad a la Placeta de los Lobos. Llegamos allí en tiempos convulsos, siendo adolescentes, desde lugares y circunstancias dispares, sin tener muy claro lo que nos deparaba la vida. Salimos como adultos, con una conciencia cívica reforzada, cada uno asumiendo sus libres convicciones, que en modo alguno pudieron cambiar las recurrentes huelgas, las carreras delante de los “grises”, o las “sentadas” en las escaleras de la Facultad, en una actitud de resistencia pasiva inspirada en Gandhi. Ni siquiera nos amilanaban sanciones tan injustas como que el Régimen nos cerrara aulas y anulara matricula y el derecho a exámenes parciales. Muchos éramos becarios, dispuestos a resistir pasara lo que pasara. Nos lo jugábamos todo. Por eso hicimos bien los exámenes en junio, de un tirón, en aquel curso de 1970-1971. El mundo siguió su curso. Es que el mundo no se para ni siquiera ante las dictaduras”. Quizás, por todo ello, si en algún momento de nuestras vidas profesionales nos hemos sentido agobiados o desanimados, alzábamos la vista y contemplábamos la Orla de la “Promoción” o recordábamos aquellos años, duros pero llenos de bonitos recuerdos también, y rápidamente nos poníamos las “pilas” y seguíamos adelante, hasta el punto de darle gracias a Dios y a la Santísima Virgen de Cuadros, patrona y señora de estas tierras de Bedmar y de Mágina, por tenernos vivos y trabajando a las puertas del 50 aniversario de la finalización de nuestra carrera universitaria: 1973-2023 y con la clara idea de seguir siendo útiles a la sociedad democrática que nos dimos en 1978.
Muchas gracias Rafa por tu presencia en el día de hoy en Bedmar y por tu apoyo y por tu ayuda en la realización de este nuevo trabajo que hoy ve la luz y que esperemos no sea el último.
Siéntete en tu casa en este nuevo regreso a Bedmar y recuerda aquellas “visitas” que realizabas en los años 70 mientras preparabas tu Tesis Doctoral sobre la Orden de Santiago en Andalucía.
¡Gracias, amigo Rafa, muchas gracias!
FUENTE: CRONISTA