POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
Fachada del cementerio de la Bañeza (León)
Hace unos meses en un programa radiofónico, una periodista y locutora leonesa, estaba haciendo con la colaboración de otro bañezano y buen amigo Alejandro Valderas, reportajes acerca de los cementerios existentes en la provincia de León, y solicitaron de mi colaboración para que les hablara sobre nuestro Cementerio Bañezano.
Hoy, con motivo de la festividad de “Todos los Santos”, quiero dejar unas breves pinceladas de lo que se refiere a nuestros Cementerios Bañezanos habidos en nuestra Ciudad. En las ondas radiofónicas, Alejandro decía que tenía noticias de la existencia de un Cementerio que se encontraba muy cercano en donde se estaba la primitiva ermita de la Cofradía de Nuestra Señora de Clérigos de la Piedad, lugar colindante a la calle y plaza de Fray Diego Alonso. Puede ser que así sea, ya que esta hermandad de clérigos, contó con un cementerio particular, donde daban sepultura a aquellos viandantes y peregrinos enfermos que a sus puertas llegaban, dando cabida también para aquellas personas del nuevo burgo que se estaba formado junto a la Plaza.
Capilla y tumbas del cementerio bañezano
En dicho programa, comenté la existencial de aquel otro primitivo y existió en el elevado montículo del “Monte Urba”, junto al viejo cenobio de Abamor y Cendina, hoy Iglesia de San Salvador y, por el cual, los niños de aquel barrio jugábamos y nos escondíamos en las oquedades dejadas por las fosas que hubo en otro tiempo; donde la verdosa hiedra trepaba y salía entre montones de piedras y ladrillos, hoy desaparecido por el adecentamiento de la iglesia y nueva edificación de la casa rectoral.
Aparecerá un nuevo Cementerio en el extrarradio de la población, localizado en el cruce de aquellos caminos que llevan a las poblaciones de Alija de los Melones-hoy del Infantado- y el que va hacia las comarcas de la Cabrera y la zamorana de Vidriales.
Será en el año 1924, estando de Alcalde don Cesar Moro Blanco, viendo que desde 1981, se estaba enterrando en otro lugar que, la población había aumentado y la visión que había desde el ferrocarril no era muy agradable para los que por allí viajaban, decidieron venderlo en pública subasta, siendo adquirido por el industrial bañezano don Francisco Baeza quien luego se lo vendería a otro industrial bañezano don José Baladrón, en cuyo terreno, levantó casa y almacenes para el depósito de semillas de “linaza”.
Por tanto, ya desde finales de 1881, los nuevos terrenos adquiridos por la Corporación Municipal Bañezana, proyectan fuesen cercados y cuyo proyecto es encargado en el año 1883 al arquitecto catalán, don Francisco Blanch y Pons, dentro del cual debía de ser levantada un Capilla para los actos y oficios religiosos. Su coste sería el de 7.688 pesetas y 73 céntimos. El trabajo y mano de obra la realizaría el contratista y maestro de obras Pedro Alonso Calleja, al que se le encarga vaya adquiriendo los ladrillos necesarios para realizarla. Hemos de decir que este arquitecto catalán, era muy amigo del Obispo Asturicense Dr. Don Juan Bautista Grau Vallespinós, quien dirigía por aquel entonces las obras del palacio de Antonio Gaudí en Astorga.
El proyecto quedaría paralizado por los cambios corporativos, primero de don Domingo Salvadores y luego de don Darío de Mata. Un nuevo proyecto se inicia con la elevación de muros y aquellas obras acordadas en el anterior proyecto, siendo ahora encargado al arquitecto don Juan Bautista Lázaro de Diego, comenzándose sus trabajos en 1887. Hemos de decir que el arquitecto Juan Bautista, nace en León en 1849 y fallece en Ciempozuelos (Madrid) en 1919. Era hijo de un jurista bañezano, don José Benito Lázaro y de la astorgana, doña María de Diego Pinillos.
El Cementerio Bañezano, es de estilo “neomudejar”- arquitectura cuyo material es el ladrillo-, girando y vertebrándose en dos ejes, cuyos espacios libres o cuarteles contienen las distintas tumbas y panteones. Al bello lugar actual, se accede a través de un arco de ladrillo con rejería forjada, a cuyos lados se encuentran adosadas algunas estancias y casa del sepulturero.
Nada más pasar el hall, nos encontramos con la capilla, cuyo retablo preside un Crucifijo, obra del escultor valenciano Damián Pastor Pastor y cuyo coste fue de 2.000 reales, para cuya operación, aceptaron una letra de cambio, a pagar el 1 de junio de 1894, siendo la talla recogida en la estación del ferrocarril de Vaguellina de Órbigo por el concejal de obras don Darío de Mata. En el interior, una lámpara de forja trabajada, obra y donación del maestro artesano bañezano don José Martínez.
Establecida la República española, el 16 de marzo de 1932, la Corporación Municipal de don Félix Cardillo Puerta, acuerdan derribar las tapias que separaban aquellas tumbas ocupadas por los cuerpos de ateos y oposición al régimen, lo que hizo resurgir esa hermandad e igualdad entre todos los bañezanos.
Hoy con la llegada del día de “Todos los Santos”, la Paz y la belleza reinan en todo el Cementerio, transformándose el lugar en un bello vergel florido, por tanta cantidad de coloridos ramos florales que los visitantes y familiares a él llevan.
